El pleno aborda la polémica

El alcalde de Morella se enroca ante PSPV y PP y no renuncia a la bolsa de empleo público a la que opta

Bernabé Sangüesa insiste en que es "legal" y dice que «he podido pecar de ignorancia e inocencia»

Socialistas afean al munícipe ser «juez y parte» y los populares amenazan con una actitud «más agresiva»

El pleno ordinario de Morella abordó ayer la polémica de la inscripción del alcalde, Bernabé Sangüesa, para aspirar a ocupar siete plazas de empleo público.

El pleno ordinario de Morella abordó ayer la polémica de la inscripción del alcalde, Bernabé Sangüesa, para aspirar a ocupar siete plazas de empleo público. / Javier Ortí

La polémica de la concurrencia en un proceso de empleo público del Ayuntamiento de Morella del propio alcalde, Bernabé Sangüesa (Independents per Morella), quien aspira a ocupar «en un futuro» una de las siete plazas de trabajo municipales a las que ha sido admitido, desde periodista a peón de obra, entre otros roles, ha llegado este jueves a pleno.

Nada más comenzar la sesión plenaria, el munícipe ha puesto sus cartas sobre la mesa y reiteró los mensajes que ha trasladado los últimos días: «Es legal y tengo los mismos derechos de hacerlo que cualquier otra persona». Argumentó que «un servidor no pretende ser alcalde toda la vida. Pero como todas las personas que no se ponen en este cargo para vivir del mismo tengo que pensar en mi futuro laboral. Y sí, me gustaría ser peón de obra de este consistorio o atender en un museo o en la oficina de turismo a todas las personas que vengan».  

El primer edil también recalcó que el proceso arrancó a finales del 2022 por parte de la anterior administración socialista y reprochó que en ese momento «no se le dio transparencia al procedimiento». «Fue entonces cuando decidí que quería apuntarme. No para entrar en ningún puesto de trabajo, ya que no tengo ningún punto en el apartado que más puntúa, haber trabajado en la administración pública, sino que quería inscribirme en la hipotética bolsa por si algún día me ayuda para poder trabajar, en la que estaré en la cola de candidatos y, en ningún caso, me favorecerá ser ahora el alcalde», según declaró. 

Por otro lado, Sangüesa incidió en que no optará a ninguno de los puestos mientras sea alcalde y confesó que «he podido pecar de ignorancia e inocencia». Y reconoció que no se ha dado la máxima transparencia a la convocatoria. 

Postura del PP y el PSPV

Una de las incógnitas era saber qué postura tomaba el PP, que aupó a Sangüesa dando sus dos votos en la investidura, pero sin sellar un acuerdo. Pese a ello, son claves en la gobernabilidad. Por la mañana pidieron en un escueto comunicado al alcalde que «desista» de seguir en el proceso.

En la sesión volvieron a manifestar lo mismo «o tendremos que tomar una actitud más agresiva». El primer edil se enrocó a lo dicho en un principio y confirmó que seguirá en la bolsa, con un matiz, «si me tocara alguna plaza, aunque sea casi imposible que pase, renunciaré y si pongo en peligro el proceso porque mi nombre está ahí, también renunciaré». Los populares no dijeron nada más.

El PSPV se mostró más contundente y su portavoz, Rhamsés Ripollés, destacó que lo sucedido les produce «tristeza, preocupación, vergüenza, en cosas que se han dicho, y rechazo». Enfatizó que los hechos son «muy graves» y acusó a Sangüesa de «falta de ética y perjudicar a los trabajadores municipales por inmiscuirse en un proceso en el que nunca hubiera tenido que estar porque su presencia es un conflicto de intereses evidente, en el que el alcalde es juez y parte». También afeó «falta de ética» y volvió a lamentar la opacidad. E ironizó sobre la postura del PP en Morella respecto a la tomada en Vilafamés, donde pidieron la dimisión de la alcaldesa.