Nules se apoya en Europa en la defensa de su litoral

Nules no ha dejado pasar la oportunidad de realizar sus aportaciones al nuevo reglamento de la Ley de Costas --el plazo de exposición pública finalizaba el viernes-- y tanto desde el consistorio como desde la sociedad civil se han realizado alegaciones que, en ambos casos, recurren a Europa y las directrices comunitarias para dar fuerza a sus argumentos de defensa no solo de las viviendas de primera fila, también del paisaje natural tal y como se conoce y que la continua regresión está haciendo desaparecer paulatinamente.

El Ayuntamiento recurre a la resolución del Tribunal Supremo (TS) que ha tumbado la primera propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, e incide en que cuando no hay alternativas, hace falta legislar para evitar la erosión, pero «por supuesto que hay alternativas que consiguen el mismo fin, como las actuaciones de regeneración», enfatizan. 

Menos norma, más inversión

Nules aduce que «el criterio técnico de la comunidad científica» se opone a que la protección de la costa se vaya a conseguir con «normas que puedan permitir trasladar la línea del mar tierra adentro». Refuerzan su defensa en la tesis del Alto Tribunal, que reprocha que el Ministerio «quiera utilizar casi exclusivamente el cambio climático como único agente del problema de la erosión, que se debe fundamentalmente a la acción antrópica». Europa señalaría en estos casos que debe articularse «una buena regulación y mínima intervención», justo lo contrario de lo que pretende el Ministerio. 

Recuerdan, a su vez que en materia medioambiental, la Constitución Española le atribuye al Estado el deber de «actuar y proteger» y no limitarse a regular.

Desde Platges de Nules piden al Estado que tenga en cuenta en la redacción del reglamento de Costas lo aprobado en el Convenio Europeo del Paisaje, que plantea la necesidad de «proteger y regenerar el patrimonio cultural y natural con la ciudadanía que le da forma y habita». Precisamente, esa fue una de las razones por las que el TS tumbó la reglamentación inicial, por no escuchar a la ciudadanía en su elaboración. Cualquier ley, dice la asociación, «debe poner el énfasis en las personas que habitan el territorio».