Fútbol formativo

La Contra de Deportes: La Rojita 'made in Castelló'

Más de 150 niños y niñas juegan a fútbol en Bruselas gracias a un proyecto de raíz castellonense

El fútbol ejerce de elemento cohesionador para familias enteras.

El fútbol ejerce de elemento cohesionador para familias enteras. / Mediterráneo

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Más de 150 niños y niñas de 4 a 14 años juegan a fútbol en Bruselas, en un proyecto formativo llamado La Rojita con ropa made in Castelló. Todo tiene una explicación, y aquí la aporta Nacho Galán, presidente de otra aventura complementaria conocida como La Roja de Bruselas.

«Primero fue La Roja», explica Nacho Galán vía telefónica. «La formó gente que trabajaba de algún modo en el parlamento europeo y quería jugar a fútbol regularmente», añade. La idea cuajó tanto que desde 2009 cada país imitó a los españoles y formó su propio equipo. Por La Roja de Bruselas pasó un viejo conocido de la afición provincial: Manu Irún. El exjugador de Castellón y Burriana fue uno de los impulsores de lo que después fue La Rojita.

El proyecto

«Con el paso del tiempo, la gente empezó a tener hijos y se propuso hacer lo mismo que en La Roja pero para los pequeños», comenta Galán. Primero de forma muy primaria, jugando y entrenando en parques con cuatro conos, un par de balones y poco más, pero, como el proyecto funcionó y creció, se registró una asociación para poder ejercitarse en campos de verdad y tener seguros en caso de posibles lesiones. La Rojita no compite como tal en Ligas federadas, pero sí ha jugado varios torneos con rivales de la talla de la Juventus italiana. «Primero éramos todos españoles, pero luego con el boca a boca fuimos creciendo. Aquí aceptamos a todos con independencia de su nivel y el ambiente es muy sano y muy bueno», dice Galán.

El paso de Manu Irún por el proyecto (fue el primer director de fútbol de La Rojita) sembró una semilla castellonense que ha ido germinando a través de los años y las relaciones. Por ejemplo, todas las equipaciones y el material deportivo proceden de la capital de la Plana, de la empresa Errequeerre. Además, una de las monitoras de los pequeños futbolistas es de Castelló.

De la UJI y el CD Castellón

Anna Puig fue de hecho una de las componentes del primer equipo femenino del CD Castellón, que funcionó a principios de este siglo. Después acabó la carrera en la Universitat Jaume I, de Ingeniería Informática, y el posterior doctorado, y se marchó a trabajar a Bruselas. «Conocí La Rojita a través del colegio de mis hijos. Ellos querían jugar al fútbol y nos hablaron de esta posibilidad. Al final, acabé siendo una de las entrenadoras», comenta Puig. 

La Rojita se atreve con todo: la nieve no es obstáculo para la diversión.

La Rojita se atreve con todo: la nieve no es obstáculo para la diversión. / Mediterráneo

Del proyecto, una iniciativa privada sin ánimo de lucro, Anna Puig destaca que, aunque no compite en las clásicas ligas, «está muy bien organizado». «No es quedar para jugar una pachanga, hay unos entrenamientos y a los niños se les forma en lo futbolístico y también en cuanto a valores deportivos».

Los más valientes, como Nacho Galán, siguen jugando con La Roja: «Ya aguanto menos, porque los años pasan y aprietan los jóvenes, pero hemos ganado la Liga regular este año».