Muere Pepín Marco, el gran artista gaiatero

Pepín Marco, el gran artista gaiatero y excelente persona, ha fallecido este domingo, el día de la Romeria de las fiestas de la Magdalena a las que tanto amó y a las que dedicó su vida.

Su veteranía le llevó a realizar impresionantes obras de luz a partir de 1994 que fue cuando se dedicó de pleno a las gaiatas y obteniendo cinco veces el primer premio de gaiatas grandes y 11 el segundo, tercero, cuarto y quinto premio, respectivamente. Siempre galardonado hasta que decidió retirarse en el 2012.

Tres años antes se había jubilado como bombero del Ayuntamiento de Castelló, una profesión a la que también se dedicó también en cuerpo y alma.

Un artesano que inició su carrera en el mundo de la ornamentación de carrozas en 1963 de la mano del maestro Tasio y que continuó hasta 1981 con Rafael Guallart, realizando infinidad de plataformas con los más atractivos y sugerentes diseños representando lugares, estampas y tradiciones de nuestra ciudad y comarcas, y discípulo de Juan Bachero, maestro de la madera.

Personas clave

Muchas personas fueron las que confiaron en Pepín Marco, como su amigo Enrique Forés, quien estuvo siempre a su lado ayudándole en la confección de estos trabajos de pura artesanía. La primera carroza de Guallart donde Marco colaboró fue la que representaba a la Cruz del Bartolo y en 1980 fue el responsable de proyectar y realizar la carroza de la reina de las fiestas, la reina infantil, una que hacía referencia a temas marineros y la de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta.

En el año 1985 también colaboró con Juan Prades en el diseño de escenarios de teatro

Las comisiones de sector también le agradecieron su labora otorgándole diversos reconocimientos como el Portaler de l’Any en el 2011 y en 2016 fue nombrado Gaiater de l’Any.

También fue el creador y primer presidente de la Associació d’Artistes Gaiaters que con tanta ilusión creó y que hoy en día sigue viva defendiendo este oficio y enseñando cómo hacer una gaiata.

Pepín Marco colaboró el año pasado en el suplemento de la Magdalena del periódico Mediterráneo con un artículo sobre La gaiata, tradición y evolución en el que precisamente apelaba a la necesidad de que las instituciones se impliquen más en la potenciación e impulso de estas arquitecturas efímeras que son la “esencia de Castelló”. Y confiaba en que “así sea por el bien de la ciudad y de las fiestas fundacionales”.  

Seguro que allá donde se encuentre será feliz hoy viendo cómo desfilan los monumentos de luz y color, las gaiatas, a las que tanto amó.

DEP