Celebrar y reivindicar

Este lunes viviremos un nuevo 1 de Mayo, un día de celebración por los derechos conquistados y un día para continuar reivindicando la protección de los trabajadores y las trabajadoras. Sin duda alguna, abordar los problemas del trabajo, en todas sus dimensiones, social y económica, sigue siendo uno de los principales desafíos de nuestra época, uno de los retos más importantes que tenemos los poderes públicos y la sociedad en su conjunto.

El trabajo está en el centro de nuestras vidas cotidianas, más todavía desde hace unos años, con el uso de las nuevas tecnologías, que borran a menudo los límites entre la vida y el trabajo y nos sitúan en la disponibilidad plena dificultando la desconexión y el descanso. El mundo del trabajo ha experimentado en esta época una enorme transformación, en muchos sentidos positiva, pero en otros, negativa.

Además, seguimos afrontando retos estructurales, como el acceso de la gente joven al mercado laboral, la brecha salarial entre hombres y mujeres, la precariedad en los sectores más feminizados o las dificultades de inserción laboral a partir de una determinada edad. Son cuestiones fundamentales a abordar si queremos una sociedad más justa, que combata las desigualdades.

Pero una reflexión sobre esta cuestión no sería ponderada si no reconociéramos también los avances en materia laboral que han corregido la temporalidad de los contratos, han aumentado el salario mínimo interprofesional o han salvado puestos de trabajo en plena pandemia como los ERTE.

Señalar las metas futuras

El 1 de Mayo es un día para celebrar el camino andado hasta ahora, pero también para señalar las metas futuras que, seguro, no podrán alcanzarse sin el impulso de los trabajadores y trabajadoras, de los movimientos sindicales y ciudadanos.

No en vano, pese a la reducción del índice de paro, el empleo continúa siendo una de las principales preocupaciones que tiene la ciudadanía porque no solo preocupa tener un empleo, sino que sea de calidad y estable. Propiciar unas mejores condiciones laborales es responsabilidad de las administraciones públicas y de las empresas, y cuando se alcanzan mejoras, la sociedad en su conjunto sale beneficiada. Por eso, el 1 de Mayo es un día de celebración colectiva, de defensa del interés general.

En ese empeño están trabajadores y trabajadoras, pero también empresarios y empresarias, conscientes de que una mayor calidad en el mundo laboral no solo beneficia al empleado, sino que también repercute positivamente en la productividad y en la competitividad de las empresas. Por eso, ante este desafío, como ante tantos otros, es necesaria una acción conjunta, entre administraciones, también la municipal, las empresas y los trabajadores y trabajadoras.

Castelló es una ciudad de derechos, que busca eliminar las desigualdades y construir un futuro más justo para todas y todos, un mundo mejor para los jóvenes de hoy y la protección de las familias y la economía local. Impulsar mejoras, reivindicarlas y trabajar por ellas, desde las instituciones, las empresas o los movimientos civiles es un deber que tenemos como sociedad.

Alcaldesa de Castelló y candidata a la reelección por el PSPV

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