COSAS MÍAS

Una turca, una melopea, una cogorza...

Antonio Gascó

Antonio Gascó

En el aforismo de coger una borrachera hay muchas variedades sinónimas. Esto es, coger una turca, una melopea, una cogorza, un tablón, una curda, una merluza, una trompa, una tajada, una tranca, una borrasca… y un largo etc. Curiosamente, todas y cada una de estas acepciones tienen un por qué semántico. Una melopea por andar jaranero y canturreando cuando se llevan dos copas de más, una pítima como emplasto o socrocio, que se pone sobre el corazón para aliviarlo, de ansiedades y mareos, una cogorza derivada de cohozar, cuyo significado es el del convite fúnebre, en el que era no poco lícito, empinar el codo. No es menos peregrino, el término tablón o tranca, en referencia a quien transporta un grueso y largo madero, zanganeando al caminar o el de la tajada que hace honor a la frase hecha: «Buen vino y buena tajada y no apurarse por nada»; una borrasca, en referencia a la marinería que va mareada por las áreas de un navío en noche tempestuosa y de mar movida. Y qué diremos de la trompa a la que se aplica la acepción del giro vertiginoso del juguete impulsado por el desarrollo del cordel, o de la palabra merluza que viene del pedo que se cogían los marineros al llegar a puerto con las redes atiborradas de merluzas.

Pero tal vez el sinónimo más chocante de los que inician la retahíla sea el de turca. En el siglo XVI, por el miedo que tenían los habitantes de los pueblos de la costa del Levante español a los musulmanes que anegaban las aguas con sus rapacerías, les aludían con el nombre de turcos. Obviamente, estos no estaban cristianados y por ende, la ausencia del agua se incluía en el hecho de que el buen vino no estuviere bautizado, como los otomanos. De ahí la expresión, que tiene un cierto cariz de injuria.

Cronista oficial de Castelló

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