A quemarropa

La nueva ola

Pablo Sebastiá

Pablo Sebastiá

La nueva ola, la jodida, la que de verdad importa, no es ni la del sunami democrático ni la del baño electoral que el PP le dio a la izquierda patria en las pasadas elecciones autonómicas. La ola más relevante es la ola de calor. Es nueva. Y es vieja. Porque se repite cada año. Pero cada vez con más intensidad.

Desde esta humilde columna quiero pedir a Carlos Mazón, flamante presidente de todos los valencianos, a Begoña Carrasco, ilusionante alcaldesa de Castellón, y a todos y cada uno de los alcaldes de esta bendita provincia, que tomen este toro por los cuernos y adopten medidas hacia los más vulnerables, para que nuestros hijos y ancianos dispongan de aire acondicionado, o aire renovado, o como se llame según la tecnología que se use en cada caso, en colegios, residencias, institutos, centros de menores, etc.

Una sociedad moderna, civilizada, avanzada y preocupada por su bienestar no puede permitir que los chavales internos en centros de menores tengan que soportar temperaturas de 40° en las dependencias de los edificios en los que están recluidos.

Una sociedad del siglo XXI no puede, en la calurosa España, consentir que sus futuros valores acudan a centros educativos en los que se puede freír un huevo en el suelo del patio. Donde las aulas apenas han evolucionado en más de cincuenta años.

Los partidos progres, los que venían a salvar personas pero solo acabaron engordando sus traseros, no acometieron estas importantísimas mejoras. No las consideraron importantes, se ve. Pero lo son, y mucho. Quizá por eso las dejaron pasar.

La excusa del elevado consumo eléctrico ya no se la cree nadie. En las azoteas de estos centros pueden colocarse placas solares que alimenten la refrigeración. Si no se ha hecho es porque no les ha dado la gana a quienes, hasta hoy, han dirigido nuestros destinos en lo universal. Que se haga ahora es una cuestión de voluntad. Y no lo digo solo yo, lo dicen docenas de asociaciones de padres de alumnos y expertos en salud. Nos espera un futuro caluroso, y debemos preparar bien las infraestructuras públicas.

Escritor

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