CON LAS OREJAS TIESAS

Del ninguneo al cachondeo

Juan Lozoya

Juan Lozoya

Hace ya un año alertábamos todos, no yo solo, de que el sector cerámico podía encaminarse hacia el abismo si no llegaban ayudas reales y con carácter urgente por parte del Gobierno central. Y ya estamos ahí, viendo ya un precipicio de dimensiones colosales.

Y lejos de eliminar lastre, el Gobierno ha decidido meter piedras en los bolsillos de los empresarios y trabajadores de nuestra industria para asegurarse de que el impacto sea de dimensiones colosales.

Estos días, después de la feria Cersaie en Bolonia, se ha confirmado que la industria cerámica española, es decir, la castellonense, es la segunda que más ha bajado su producción a nivel mundial. Y es que la caída de este año es del 35% respecto a 2022 y nos estamos situando en niveles de producción de hace ya más de una década.

¡La leche, eso sí que tiene mérito!

Sin decir nada

Y mientras tanto, desde el Gobierno continúan sin decir esta boca es mía, ni tan siquiera que lo están viendo, ni que están negociando cómo hacer llegar las ayudas prometidas, ni tan siquiera que lo van a incluir en el paquete de ayudas que llegará a Cataluña con la investidura… ni tan siquiera me parece que vayan a incluirla como un apéndice pequeñito dentro de la ley, normativa o decreto que permita aprobar la amnistía a Puigdemont.

Ya ni siquiera en el PSOE autonómico o provincial se atreven a reclamar, como hacían hasta las elecciones generales, que lleguen ya las ayudas a la industria cerámica. ¡Para qué, si saben que sonaría a broma! 

Y mientras, esta semana los directores de los medios de comunicación de esta provincia, incluido Ángel Báez, se han adherido al manifiesto de los empresarios de la Comunitat Valenciana para reclamar las ayudas a la industria cerámica. Ha quedado muy bien, pero me temo que también será como otros movimientos cara a visibilizar el problema, que caerá en saco roto.

Y es que hemos pasado ya del ninguneo al cachondeo.

Periodista

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