LA FIRMA DEL DIRECTOR

El azulejo dibuja su futuro

Ángel Báez

Ángel Báez

Hace apenas unas horas la decimoséptima edición del Congreso del Técnico Cerámico cerró sus puertas y lo hizo como lo viene haciendo cada dos años en Castellón: con una radiografía exacta del momento que vive el sector y la elaboración de un dibujo de ese futuro que, si bien está por venir, ya está dando pistas más o menos claras de cómo será. Y ese futuro del azulejo nos habla de cuestiones que mucho tienen que ver con la digitalización, la transición a energías renovables, el medio ambiente, la competitividad y una inteligencia artificial empeñada en colarse en lo más cotidiano.

La industria azulejera vive momentos de profundos cambios cuyos efectos hoy apenas podemos vaticinar, pero lo que está claro es que estamos en plena transformación, con nuevos y viejos actores sobre un tablero internacional reñido con las certezas y abonado, siempre, al sobresalto. Y en este punto, también sobresale la llegada de capital foráneo --con sus luces y desconfianzas-- o el salto generacional, en muchos casos, sin resolver.

Adaptación

Pese a que se trata de un sector industrial que siempre ha sobresalido por su elevada capacidad de adaptarse a los tiempos, esta resiliencia natural se ha topado en los últimos años con la incapacidad o la indiferencia, según qué casos, de una Administración más dada a tomar decisiones efectistas y el regate corto que a tratar de planificar el pasadomañana. Por eso, congresos como éste de la Asociación de Técnicos Cerámicos son siempre bien recibidos, porque nos avisa y prepara para lo que vendrá en el futuro.

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