AL CONTRATAQUE

El riu Sec y las ‘fake news’

Hay dos clases de noticias falsas, unas son perniciosas y otras pertencen al ámbito de lo lúdico

Paco Mariscal

Paco Mariscal

Una cursilada, una estupidez irrisoria, amigos y allegados del riu Sec, supone indicar que las noticias falsas se denominan, por arte de birlibirloque, fake news. ¡Sin caer en la cuenta de que en las lenguas con que nos comunicamos en el País Valenciano disponemos de vocablos sobrados! Y con esa estupidez o irrisoria cursilada tropezamos no pocos plumillas periféricos y gran parte de comentaristas en las mesetas hispanas, ocupados en comentar cuanto sucede en la calle y la política.

Claro que, aunque cursis, seamos exactos. Hay en realidad dos clases de falsas noticias o fake news: las primeras son perniciosas, antisociales y atentan contra la convivencia, aun cuando no las citara el jefe de Estado español en su tradicional mensaje navideño; las otras pertenecen al ámbito de lo lúdico, y son propias de estos días de inocentadas y bromas. Ejemplos de las primeras las tienen ustedes en ese alud de mentiras que difunde la extrema derecha, en apariencia anónima, en sus comunicados en teléfonos móviles; ahí se confunden las costas de Lampedusa con las costas canarias, y la vigilancia fronteriza europea de Frontex con los guardacostas de islita de La Graciosa en archipiélago atlántico. Subyace el odio al vulnerable que llega en patera.

El mismo odio mendaz que utilizaron quienes, tras las bambalinas del grotesco espectáculo, que no golpe de estado, manejaban los hilos publicitarios de los separatistas del procés, y siguen manejando en menor medida en una actualidad poco propicia a la broma.

Los ejemplos de mendaces noticias festivas son muchos. Aquí se publican el día de los Santos Inocentes. En pagos como el Reino Unido y Alemania son en abril, y en Portugal durante la Cuaresma su Dia das Mentiras. Siempre en torno al Año Nuevo, bien de calendario gregoriano o del anterior a dicho calendario. En 1957, la BBC de Londres informó de que los agricultores suizos estaban exultantes, dada su buena cosecha en los cultivos de pasta; la prestigiosa corporación británica mostró incluso imágenes de cosechadores de fideos, macarrones, raviolis, garganelli, penne y otros gustosos productos de pasta italiana. Una pasada, dirían actualmente los modernos.

Asombrados

Esos mismos modernos se quedarían, junto al riu Sec, todavía más asombrados, si hubiesen asistido, ayer y a última hora de la tarde, a la rueda de prensa que ofrecieron en el Auditori i Palau de la Música de Castelló Begoña Carrasco y Amparo Marco, edila y exedila principales en la capital de la Plana. El recinto, a rebosar de fotógrafos y periodistas locales, comarcales, provinciales, autonómicos, nacionales y extranjeros. Tras las felicitaciones navideñas, llegó la información: tras largas horas de trabajo y estudio sobre el tema, por mor de la concordia, la buena gestión y amor inquebrantable a Castelló y a su patrimonio cultural urbano, habían decidido restaurar la Pérgola modernista que lucía en el parque Ribalta; eliminar el pegote, hongo o adefesio arquitectónico que sentó sus posaderas, hace 50 años, sobre un recinto abierto y luminoso, que añoran los mayores de 60 años y los llamados Amigos del Ribalta. Convencidas la edil y exedil de marras del valor histórico de la auténtica Pérgola que deberían contemplar y disfrutar sus futuros nietos. Actuaron durante la rueda de prensa en el Auditori como las comadres Roseta y Leonor, protagonistas del sainete en valenciano Records d’una florida Pérgola, publicado en un programa de les Festes de l’Agost a la Pèrgola de por aquellos años destructivos del patrimonio local. Una rueda de prensa con mucha salsa, a la manera de la pasta italiana, sin personalismos o sectarismos partidistas por donde PP y PSOE.