EL TURNO

Obligados a salvar la cerámica y la agricultura

María Tormo

María Tormo

Todos debemos tomar buena nota, especialmente, la debería tomar el Gobierno central, que es quien debe liderar de manera decidida con políticas efectivas, alejadas de grandilocuentes anuncios sin contenido, el apoyo que requieren dos de los principales pilares económicos de la provincia de Castellón, como la agricultura y la cerámica.

Deberíamos escuchar a nuestros agricultores, que fruto del hartazgo de una crisis crónica, han decidido pasar a la acción. Resulta imposible no compartir sus reivindicaciones de unos precios justos en un mercado en el que no haya competencia desleal. El campo es sinónimo de trabajo y sacrificio, un esfuerzo que parece no estar valorado y que lleva al abandono de las tierras y aboca a una falta de relevo generacional.

Ellos, los agricultores, deberían ser una pieza angular de nuestro sistema económico, porque son los encargados de que todos podamos ir al supermercado o al mercado y llenar nuestras despensas y neveras. Por ello, las administraciones competentes deben poner en marcha acciones decidas que aseguren supervivencia y su rentabilidad.

La citricultura ha ido, progresivamente, perdiendo el peso económico que tenía en nuestros municipios, fruto de la caída de precios en el campo y los vaivenes del mercado internacional. Y no nos podemos ni debemos permitirnos que la historia se repita en el que es, sin duda, el motor económico industrial de la provincia, la cerámica.

ERTE

Miles de familias castellonenses, muchas de ellas de Almassora, viven de esta industria que durante años ha capitaneado el sector a nivel internacional, pero ahora necesitan ayudas. Las azulejeras suponen más del 23% del total del PIB de Castellón y representan el 21,2% del total del empleo de la provincia. De todos modos, la mitad de sus trabajadores ha estado afectado por un ERTE, lo que constata la gravedad de la situación.

Son motivos más que suficientes para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que apoye de manera decidida nuestra industria cerámica. Como ha dicho Ascer, las ayudas recibidas hasta la fecha, que fueron anunciadas en 2022, no llegan a 90 millones de euros, frente a un sobrecoste de 1.800 millones. Pero lo peor es que en 2023 no hubo ningún anuncio y del 2024 nada se sabe.

Como muestra de respaldo al sector, el Ayuntamiento apoya la celebración del Congreso Mundial de la Calidad del Azulejo y Pavimento Cerámico Qualicer, que tendrá lugar en Castelló los días 5 y 6 de marzo.

Hay que actuar ya porque debemos salvar la agricultura y la industria cerámica.

Alcaldesa de Almassora