LA RUEDA

Rutas de la memoria obrera

Vicent Zaragoza

Vicent Zaragoza

Querido/a lector/a, ayer participé con compañeros de la CS CCOO PV, de la presentación del libro Rutas de la memoria obrera, una iniciativa de la Fundació d’Estudis i Iniciatives Sociolaborals (FEÍS) que busca, con acierto y éxito, divulgar y mantener en la memoria importantes episodios de la lucha obrera durante los últimos años de la dictadura y los primeros de la Transición. Pero, si digo que participé, es porque ayer, en la Vall d’Uixó, tocaba hablar de la histórica manifestación del 1 de mayo de 1970, de la que fui testigo y detenido y, además, llenó de palos, multas y cárcel a los más insignes dirigentes obreros de la fábrica de calzados Segarra de la misma localidad.

Por cierto, si te preguntas de que hablé, la cosa es sencilla: de la gran inteligencia y cultura que tenían aquellos dirigentes obreros. Dije que eran de familias humildes, no tenían títulos universitarios y, algunos, aprendieron a leer y escribir por cumplir con el compromiso de ser útiles a sus compañeros. Pero, eso sí, entendían el mundo que les había tocado vivir y, con dignidad, asumían el peligroso papel que se habían impuesto jugar. Comenzaron como un movimiento que surgía ante cada problema y terminaron construyendo un sindicato (CCOO) estable y permanente. Sabían que tener razón era importante, pero no suficiente y, en consecuencia, se esforzaron por ampliar el número y crear una organización.

Salario de los obreros

Aprendieron que su lucha no se podía encerrar entre las cuatro paredes de la fábrica y buscaron alianzas en otros sectores del pueblo (bares, comercios…) que también dependían del salario de los obreros. Entendieron que autonomía política quería decir defensa de la identidad y gobierno propio y cercano y, por eso, lo trasformaron en un objetivo básico. Defendían reivindicaciones sociales y económicas, pero sabían, y no escondían, que su lucha era política, necesitaban un marco de libertades democráticas que les permitiera defender sus necesidades sin peligro… Expresé, pues, a todos ellos, por ser imprescindibles, mi respeto y agradecimiento.

Analista político