La presión policial y mediática ‘expulsa’ a los okupas del nº 20 de la calle Major de Vila-real

El grupo de jóvenes procedentes de Barcelona que una semana atrás entró ilegalmente en la casa ubicada en el número 20 de la calle Major Sant Jaume de Vila-real abandonaron ayer definitivamente la vivienda en cuestión.

Minutos antes de las 10.00 horas, agentes de la Policía Nacional accedieron al inmueble, en presencia de un representante de Caixa Rural Vila-real --entidad propietaria de la casa-- y de profesionales cerrajeros que se encargaron de abrir la puerta y sustituir la cerradura. Una vez dentro, los policías comprobaron que no quedaba en su interior ninguno de los okupas, lo que permitió a la entidad bancaria recuperar la propiedad e instalar de nuevo un sistema de alarma para, en el futuro, evitar en lo posible nuevos intentos de ocupación de la vivienda.

No se aprecian daños

Según confirmaron a Mediterráneo fuentes de Caixa Rural, la presencia de los okupas no ha generado daños en los elementos interiores del edificio, aunque sí que dejaron «mucha basura», afirman.

En ese mismo sentido, se muestran convencidos que la presión policial y mediática sobre los inquilinos ilegales «ha sido fundamental para que, al final, estos optasen por salir de allí. Somos conocedores de que la policía les ha identificado en varias ocasiones y que, incluso, se sellaron las trapas de las tomas de agua ubicadas en la calle, que ellos utilizaban para aprovisionarse de este recurso».

Como adelantó este rotativo, el mismo jueves por la tarde y ante la mirada de decenas de vecinos que hacían cola para contemplar y fotografiarse con la copa de la Europa League que logró el Villarreal CF, los jóvenes sacaron varios enseres de la vivienda, que cargaron en un pequeño camión.

«Ahora queda un importante trabajo de limpieza y desinfección, porque han acumulado allí mucha porquería», indican desde la entidad financiera. De hecho, quienes accedieron ayer a la casa comprobaron, incluso, que entre los desperdicios existentes se incluía una muñeca de las que se venden en los sex shop. «Un regalito muy curioso», aseveraron.