EL CASO DE ROSA ELENA VUELVE A PLANTEAR EL DESAFÍO DE LA SALUD MENTAL
Casi la mitad de las muertes violentas registradas en Castellón son suicidios
Los forenses hacen 450 autopsias al año, siendo el 60% muertes naturales por «descoordinación en los casos domiciliarios»
Solo el 1% de las muertes violentas son homicidios, con una mayoría de accidentes y autolisis
El hallazgo del cuerpo sin vida de Rosa Elena Solsona en la Vall d’Uixó confirmó un nuevo suicidio tras tres días de incansable búsqueda por parte de familiares y amigos, que movilizaron a 500 personas. / MÓNICA MIRA
El trágico final de Rosa Elena Solsona, la mujer de 45 años que apareció fallecida dentro de su coche en la Vall d’Uixó después de tres días de incansable búsqueda por parte de sus familiares y amigos, ha vuelto a poner de relieve la importancia de la salud mental y la fragilidad de quienes sufren por problemas psicológicos. La víctima, madre de dos hijos adolescentes, padecía depresión y ansiedad y decidió quitarse la vida por medio de la inhalación de gas, como ya hiciera su madre años atrás.
Según recoge el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Castellón en su memoria anual, a la que ha tenido acceso este diario, en términos absolutos, una de cada diez autopsias realizadas en la provincia confirma un caso de suicidio. Si hablamos, en concreto, de las muertes violentas, ya representan casi la mitad.
Unas 450 autopsias al año en Castellón
El total de necropsias llevadas a cabo durante un año ronda las 450, siendo el 60% de ellas por muertes naturales --aquellas que se producen sin el concurso de factores de carácter exógeno al organismo y es el resultado de un procedo inherente al ser humano, como un infarto, un derrame cerebral o una neumonía-- y el 40% restante, por muertes violentas --son aquellas debidas a la intervención de factores exógenos, que intervienen de forma improvisada, y se dividen en tres tipos: accidentes, suicidios u homicidios--.
Aumento en diez años
Por lo que se refiere a las muertes naturales, los forenses señalan que en los últimos diez años hay en Castellón «una tendencia creciente de autopsias judiciales en casos de muertes naturales y esta circunstancia se explica, entre otros factores, por el desconocimiento y falta de coordinación en las muertes domiciliarias, en las que se activan emergencias sanitarias y policiales de forma simultánea». También concurre la necesidad de obtener diagnósticos ciertos sobre la causa de la muerte por parte de la medicina clínica, señalan. Por todo ello, se ha empezado a trabajar en mejorar la actuación prejudicial (sanitaria y policial) y judicial, incluida la medicina forense, ante una muerte inesperada.
Por lo que respecta a las muertes violentas, estas recogen múltiples casuísticas:accidentes de tráfico, domésticos, laborales, incendios, ahogamientos, muerte por tóxicos, asfixias mecánicas etc..
Los homicidios son residuales
Las accidentales son las más numerosas --60% de este tipo de óbitos y un 25% sobre el total de autopsias--, seguidas por las suicidas, que constituyen ya el 36% de las muertes violentas y el 13% de las autopsias totales. Aunque el término muerte violenta hace pensar a una gran parte de la población casi de forma inmediata en un homicidio, estos solo representan un 1% de los casos.
Los números sobre suicidios, en cambio, no dejan de aumentar y presentan un auténtico desafío para las autoridades con la atención y el tratamiento de la salud mental como piedra angular. Los datos del Servicio de Patología Forense son demoledores: en la provincia de Castellón 1.109 personas se han quitado la vida a lo largo de los últimos 20 años --una media de unas 55 cada ejercicio--. Para tener una referencia más clara, el equivalente a la población de Sant Jordi, Benlloc o Ribesalbes.
El peor ejercicio hasta la fecha fue el 2006, con un repunte de los suicidios hasta 80 muertes autolíticas y ocho homicidios, también el máximo histórico provincial.
Formas de suicidio y edades
La obstrucción respiratoria (por ahorcamiento, en la mayoría de las ocasiones) y la precipitación siguen siendo, según la memoria anual de la institución, los principales medios utilizados para quitarse la vida. Concretamente, están presentes en el 70% de las autolisis.
Al observar el número de suicidios por grupos de edad, se comprueba que el grupo entre los 41 y 60 años es el mayoritario en Castellón. Sin embargo, cerca de una docena de muertes se producen al año por debajo de los 40. Y es que, como indican los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el suicidio es en España la primera causa de muerte en jóvenes y adolescentes entre 12 y 29 años.
Los profesionales insisten en hablar con los jóvenes sobre salud mental e informar del suicidio para que deje de ser un tabú. Psicólogos y psiquiatras abogan por convertir esta cuestión en una prioridad social y afrontarlo como un problema de salud pública desde una perspectiva integral.
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