Patrimonio

Descubre la Iglesia y Convento de San Francisco de Paula de Viver

Uno de los edificios más emblemáticos del municipio, cuyo origen data de 1603

Interior de la Iglesia y Convento de San Francisco de Paula de Viver

Interior de la Iglesia y Convento de San Francisco de Paula de Viver / Mediterráneo

Miguel Mora

La Iglesia y Convento de San Francisco de Paula es uno de los edificios más emblemáticos de Viver y que es de visita obligada para quienes acudan a este municipio del Palancia.

El primer convento de la Orden de Frailes Mínimos se fundó en Viver junto a la ermita de San Miguel en el año 1603. Aunque según el historiador Escolano los monjes ya se habían asentado en el año 1535. El 10 de julio de 1605, con la licencia del Obispo de Segorbe, don Feliciano de Figueroa, y del Padre Prior del Monasterio Jerónimo de San Miguel de los Reyes de Valencia, como propietario entonces de la Villa de Viver, se produce el traslado de los monjes a este nuevo edificio, situado en aquella época extramuros de la villa. Una escena, por cierto, representada en el panel de azulejos cerámicos policromados, situado al exterior del muro lateral de la iglesia del propio convento.

Detalle de la cúpula de la emblemática iglesia de Viver.

Detalle de la cúpula de la emblemática iglesia de Viver. / Mediterráneo

Tras la desamortización, por la Orden de 20 de Febrero de 1821, se suprime el convento de religiosos Mínimos de Viver. En un principio pasó a manos del Estado y de éste al Ayuntamiento, se destinó a escuela de primera enseñanza, juzgado y cárcel. Durante las últimas décadas del siglo XX albergó las dependencias de la Cámara Agraria y el Cuartel de la Guardia Civil. Toda una serie de usos y transformaciones sustanciales que con el tiempo lo fueron deteriorando, de manera que hoy está inmerso en un proceso de reconstrucción.

Modestia

Al tratarse de la casa de una orden mendicante, el edificio presenta una modestia monumental que le caracteriza. Conserva un claustro central de planta cuadrada que conecta con la iglesia y articula con la doble planta de corredores las tres alas de una crujía del edificio conventual. La Iglesia de San Francisco de Paula, de 1607, fue levantada por un tal Barberan de Rubielos de Mora, renovada y reedificada, ya siendo exconvento, en 1852.