Citas a 18 días en ambulatorios y colapso en urgencias hospitalarias de Castellón

Crecen las asistencias por calor, covid-19 y catarros, con largas esperas en la Vall, Almassora o Borriol

Pacientes esperaban también a las puertas de Urgencias del Hospital General ayer por la tarde, pese al elevado calor.

Pacientes esperaban también a las puertas de Urgencias del Hospital General ayer por la tarde, pese al elevado calor. / ERIK PRADAS

La presión asistencial en pleno mes de agosto se deja notar en Atención Primaria y en las urgencias hospitalarias de Castellón. Ambulatorios de la provincia ya dan citas a 18 días vista, como es el caso del centro de salud II de la Vall d’Uixó; y no es un caso aislado. En Castelló, Fernando el Católico agendaba ayer visitas para el 1 de septiembre, mientras que en Columbretes y Rafalafena lo hacían para dentro de seis días. También hay que esperar una semana ya para pasar consulta con el médico de cabecera en Borriol.

Pero como todo en la vida, siempre hay excepciones. Es de justicia mencionar que, en el caso de Vila-real, el centro Dolores Cano Royo daba ayer a sus pacientes la posibilidad de tener visita médica durante esa misma mañana.

En el caso del Hospital la Plana, tal y como confirmaron desde el sindicato Comisiones Obreras a este periódico, hay más pacientes estos días que durante la celebración del Arenal Sound, un festival que congregó en Burriana a más de 300.000 personas. 

Saturación en la pública...y también en la privada

En el caso del Hospital General de Castellón la presión asistencial también se ha visto incrementada por patologías relacionadas con la ola de calor registrada este último mes, el repunte de los casos de covid por los viajes, fiestas de los pueblos, festivales y demás reuniones sociales; así como por el aumento de los catarros, amigdalitis y enfermedades respiratorias a causa de los cambios de temperatura --al combinar el uso de los aires acondicionados y ventiladores con las elevadas temperaturas registradas al exterior--. 

Así lo confirma Encarna Barragán (CCOO), quien recuerda que «este verano se han tramitado contratos de refuerzo en poblaciones costeras de la provincia, pero que no se han sustituido bajas ni permisos de matrimonio en el General». Señala, además, que faltan celadores y auxiliares de enfermería y que existen en los hospitales «problemas de camas» porque en verano «hay menos plazas al aprovechar ese tiempo para reformas y limpiezas a fondo».

«En el General ha habido largas esperas en Urgencias en los últimos dos meses para proceder al ingreso del paciente», admite Barragán, quien señala que esperar «unas seis horas no es raro», aunque depende de la especialidad de la urgencia.

Aunque en la privada el colapso es inferior --pues no todo el mundo dispone de seguro médico--, nadie se libra de las esperas este agosto. Noelia Ballester acudió esta semana al servicio de Urgencias de Vithas. «A las nueve de la noche había unas 35 personas esperando. Las conté una a una para saber lo que me esperaba. Al final, al ser lo mío una cuestión ginecológica, fue bastante rápida. Sin embargo, para traumatología, la persona del mostrador advertía a los pacientes de que había más de tres horas de espera», relata.

Turistas y veraneantes

El verano, que generalmente registra en otras zonas de España menor presión asistencial, es en el caso de Castellón un momento complicado para la sanidad provincial. El motivo hay que buscarlo, fundamentalmente, en el turismo y el traslado de ciudadanos de otras comunidades a segundas residencias. Con municipios como Benicàssim, Orpesa, Alcossebre o Peñíscola, que multiplican su población en campaña estival, los servicios sanitarios también crecen. De hecho, el Gobierno debe a la Comunitat más de 900 millones por la atención sanitaria a desplazados de otras comunidades --la inmensa mayoría-- y extranjeros, aunque la ministra Darias rebaja a una décima parte esa cifra.