El magistrado de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón Carlos Domínguez ha condenado a 18 años de prisión a Aurel Apostol Silviu, el adulto implicado en el crimen de Maikel, que fue asesinado a hachazos a inicios del pasado año. Lo sentencia por un delito de asesinato, sin apreciar circunstancias agravantes ni atenuantes. La fiscal pedía 22, la acusación particular 25 y la defensa la mínima de 15, alegando consumo de drogas, inteligencia límite, confesión y arrebato —circunstancias que no aprecia el juez de la Audiencia—.

El jurado popular lo declaró culpable de asesinato por unanimidad tras un juicio con múltiples incidentes. Cabe recordar que cuatro familiares de Maikel fueron detenidos por un delito de desorden público. La Audiencia considera probado que el acusado se concertó con otros dos menores ya juzgados y condenados por los mismos hechos para causar la muerte de la víctima el 6 de enero de 2017.

“Tras fingir durante un tiempo un ambiente distendido en el curso del cual consumieron marihuana, cocaína y alcohol”, según recoge el relato fáctico de la resolución judicial, “consiguieron que bajase al garaje de la casa”.

Mientras la víctima se encontraba distraída y de espaldas, el procesado y los otros dos menores le asestaron un fuerte hachazo en la cara al que siguieron otros once. Con posterioridad, cavaron un hoyo en un huerto existente en las inmediaciones y enterraron su cadáver.

La sentencia, que puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, establece que el acusado “desplegó un comportamiento agresivo” y no dio oportunidad alguna a la defensa de la víctima, a quien también sustrajo dinero, sustancias estupefacientes, un teléfono móvil, alguna joya y una bicicleta tras su muerte.