El pozo privado da servicio desde hace décadas a varias urbanizaciones de montaña de Castelló

Vecinos denunciaron ya en 2020 anomalías en el control del agua del Pozo Peñarocha

Miembros de la Comisión Censora de Cuentas solicitaron los análisis a la sociedad civil que gestiona el pozo y el colegio oficial de farmacéuticos advirtió de que los informes no estaban actualizados

El estado de las aguas del Pozo Peñarocha ha propiciado que algunos vecinos planteen estudiar otros abastecimientos.

El estado de las aguas del Pozo Peñarocha ha propiciado que algunos vecinos planteen estudiar otros abastecimientos. / Manolo Nebot

Enrique Ballester

Enrique Ballester

La notificación de la Conselleria de Sanitat declarando el agua del Pozo Peñarocha «no apta para beber, cocinar, preparar alimentos e higiene personal» no ha sorprendido a muchos de los vecinos de las urbanizaciones de montaña de Castelló afectadas por esta circunstancia. De hecho, según ha podido saber Mediterráneo, un grupo de residentes, miembros de la Comisión Censora de Cuentas, denunciaron ya en el pasado año 2020 irregularidades en el control de las aguas de este pozo privado que abastece a cerca de 400 parcelas repartidas en Penyeta Roja, Tossal Gros y Racó de la Torreta, además del camí El Collet. 

En concreto, este grupo de vecinos solicitó a la junta directiva de la sociedad civil que gestiona el pozo los análisis de agua correspondientes. «Les rogamos que durante la próxima reunión de socios en asamblea general informen de las razones por las cuales desde finales de la primera década de este siglo no nos facilitan, como es pertinente y se hizo durante muchos años, la certificación acreditativa de los análisis del agua», indica el documento, que firman varios vecinos. El texto también evidencia las sospechas vecinales ante la ausencia de las certificaciones, y de la validez de otros documentos aportados.

Un papel sin firma

Es más, los vecinos explican que recibieron «un papel sin firma ni origen con unos datos», lo entregaron al laboratorio de análisis del colegio oficial de farmacéuticos de Castellón y descubrieron que «los datos de ese papel correspondían a los parámetros de la legislación de hace 25 años, no a la actual». El documento vecinal califica de «irregularidad imperdonable» esta falta de rigor en el control del agua y advierte de que «a la corta o la larga puede repercutir en la salud humana». La misiva avisa también de que «algunos socios hacen un consumo doméstico de dicha agua».

Opciones de cambio

Esa advertencia de los vecinos que forman la Comisión Censora de Cuentas a los responsables de la sociedad civil que gestiona el pozo de Peñarocha se hizo realidad recientemente, con la mentada notificación de la Conselleria, que ha generado preocupación y debate en los residentes en la zona. Algunos vecinos indican a este medio que han intentado contactar con el presidente del pozo, sin éxito, y otros ya han pedido a los gestores una asamblea para estudiar alternativas en el abastecimiento. Entre ellas, un posible conexión a la red municipal. 

En ese sentido, el concejal del área, Fernando Navarro, explica que «hace unos meses, la Confederación Hidrográfica nos consultó sobre el abastecimiento de estas urbanizaciones y respondimos que no existía en dichas zonas, aunque el Ayuntamiento tenía concesión suficiente para extender la red municipal». «Para regularizar una anomalía que viene desde los años 90 --añade Navarro-- el Ayuntamiento tiene toda la predisposición para que los propietarios de las urbanizaciones tengan todos los servicios cuanto antes». Pero primero han de pedirlo. 

Otra denuncia por irregularidades en la facturación

Un grupo de vecinos ---más de la mitad de los socios consumidores del Pozo Peñarocha--- también presentó una denuncia en Hacienda por «irregularidades en la facturación». La descripción de la denuncia pública detalla «entre otras irregularidades, tales como sustracción o malversación de fondos (...) una verdadera irregularidad en el tema de la facturación, que por lo general no se hace».

Estos vecinos señalaron en su denuncia que «desde el último trimestre del 2013, la inmensa mayoría de socios consumidores de agua no recibimos factura alguna, y pagamos un recibo bancario sin saber qué es lo que pagamos». También apuntan presuntas irregularidades con el IVA.

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