Voulgaris-Schreuder: confianza total en el CD Castellón

Ni Haralabos Voulgaris ni, menos aún, un recién llegado prácticamente como Dick Schreuder, conocen a fondo la idiosincracia del albinegrismo, que pasa del negro al blanco --y viceversa--, haciendo gala de los colores que tanto le hace padecer y disfrutar, sin solución de continuidad. Así, muchos de los que después de ganar los dos primeros amistosos de este verano apostaban por un ascenso de calle, ahora poco menos que ven al CD Castellón a muchísimos puntos de distancia de la zona de play-off. 

A lo suyo

Mientras, los dos hombres más importantes sobre los que se asientan este proyecto, tan ambicioso como rompedor, analizan una pretemporada próxima a llegar al mes, a la vez que estudian las últimas tres semanas de mercado. Un mercado que, en clave orellut, se ha movido lejos de los grandes nombres por los que Ibiza, Real Murcia, Deportivo... se han decantado, con una serie de refuerzos poco conocidos o cuyo rendimiento, por diversas circunstancias, está rodeado de un aura de incógnita. Al menos desde el punto de vista meramente numérico, es una plantilla con menos efectivos que la que se quedó a poco más de media ahora de subir a Segunda: se han ido nueve futbolistas y han llegado seis.

Nuevos planes

Aunque la idea inicial era reforzar al equipo de medio campo hacia adelante, para responder a la propuesta arriesgada y ofensiva del neerlandés, lo cierto es que a éste no parece preocuparle tanto la falta de gol, ni que Jesús de Miguel se haya quedado como único punta (más aún tras la cesión de Adri Fuentes al Lugo), sino más bien encontrar refuerzos de un perfil más agresivo en lo deportivo. Raúl Sánchez es una opción para jugar ahí. Y, por detrás, si algo tiene Schreuder, son mediapuntas y/o centrocampistas llegadores: Israel Suero, Haris Medunjanin, Moyita, Jeremy de León, Cristian Rodríguez...

En consecuencia, el club sondea la llegada de otro central específico por los problemas en forma de lesiones que pudieran aparecer, así como de un todocampista con carácter. Vamos, un Giorgi Kochorashvili, fuera de toda esperanza tras empezar como titular en su regreso al Levante, a donde ha vuelto tras su cesión.

Además, en el caso de que Kialy Abdoul Koné saliera --su situación ha cambiado, como lo demuestra el hecho que jugara de nuevo el miércoles contra el Gimnàstic: las propuestas económicas no colman las expectativas del Castellón--, entonces también haría falta otro futbolista profundo para apuntalar el costado izquierdo.

Fichás sénior

Hay una cuestión fundamental: el número de licencias profesionales. En cuanto rescinda Bilal Kandoussi, quedará una sénior libre, mientras que el resto de incorporaciones serían sub-23. Y cuesta muchísimo encontrar, al menos en el mercado español, futbolistas menores de 23 años que vengan a sumar minutos de calidad en un proyecto de la envergadura del Castellón.

En esas está el Castellón, preparado para un mercado largo en el que no descarta alguna marcha en forma de traspaso como el cuadrar el número de licencias sénior para ver qué opciones se le abren en la recta final de mercado.

Y, claro, luego está esa otra condición, aparte de la futbolística, convertida en prioridad: el dominio del inglés, que se ha convertido en la lengua preponderante en el día a día del Castellón.

La implantación

Por otro lado, no existe una gran preocupación por las dos últimas derrotas. Schreuder recalca que implantar su filosofía y metodología es una cuestión tanto física como mental --así lo explicó, en profundidad, tras el 1-2 contra el Gimnàstic--, por lo que es normal que cueste implantarlas.

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