CD CASTELLÓN

La mayor y última revolución de Voulgaris en el Castellón le da la razón... en tiempo récord

El coliderato en la segunda jornada respalda el cambio radical pilotado este verano por el greco-canadiense

La mayor y última revolución de Voulgaris en el Castellón le da la razón... en tiempo récord

La mayor y última revolución de Voulgaris en el Castellón le da la razón... en tiempo récord / CD CASTELLÓN

Juan Francisco de la Ossa

Juan Francisco de la Ossa

Son apenas dos jornadas, sí, pero en esta selva que es el grupo 2 de Primera Federación, con tanto aspirante al ascenso directo y a promocionar, apenas hay dos equipos que llevan el seis de seis puntos. No son ni el Málaga, ni el Murcia, ni el Córdoba, ni el Real Madrid Castilla, sino la recién descendida Unión Deportiva Ibiza y un CD Castellón que pese a quedarse a poco más de media hora de subir, apenas si tiene que ver con el equipo que sucumbió a finales de junio en Alcorcón.

Haralabos Voulgaris ha acometido, en poco más de dos meses, una auténtica revolución, comenzando por el inquilino del banquillo, que está dando sus frutos desde el principio. Dos victorias, con el añadido de que el Castellón ha dado la impresión de que los dos triunfos ajustados se han quedado cortos. La superioridad ante Málaga y Melilla, especialmente el pasado domingo, ha estado muy por encima de los exiguos 2-1. Hacía tiempo que el conjunto albinegro no ofrecía este balance entre sensaciones y puntos de una forma tan a favor de las primeras.

Pretemporada con dudas

De puertas para adentro, existía cierta preocupación por una pretemporada en la que ni los resultados ni tampoco las vibraciones eran demasiado satisfactorias. Existía la impresión de que Dick Schreuder todavía no tendría a punto a su equipo para el arranque de la competición, máxime cuando el sorteo del calendario le había deparado uno de los rivales más duros posibles. No obstante, el arranque del encuentro contra el Málaga disipó las dudas y confirmó que el Castellón puede competir (y ganar) con una propuesta tan temeraria como, sobre todo, efectiva. Porque hasta el dueño greco-canadiense sabe que la meta final es el ascenso. Si por el camino se entretiene y engancha, entonces habrá encontrado la piedra filosofal de este deporte...

Para haber muerto en la orilla, para haberse quedado tan cerca de subir, lo cierto es que Voulgaris se ha puesto en la primera línea para pilotar una profunda reestructuración con 14 salidas y una docena de incorporaciones. No le ha temblado el pulso a la hora de descastellonizar la plantilla (un proceso que se ha aplicado también a otras áreas de la entidad), totalmente huérfana de provinciales tras las sucesivas despedidas de David Cubillas, Pablo Hernández, Pablo García y también sentida la última, a horas del cierre del mercado de verano: Carles Salvador.

'Espejo' de la NBA

Bob no ha hecho más que aplicar el criterio de las franquicias de la NBA, escenario que tan bien conoce: una plantilla multinacional, con jugadores que ha traído basados en el big data, aunque jóvenes y con capacidad de crecer y revalorizarse, en otro modelo de negocio que contempla en Castalia. Ahí está Jozhua Vertrouwd (19 años), un auténtico desconocido aquí, pero que sorprendió por su potencia y calidad, plasmadas en el espectacular 0-1 del domingo.

En un año, pues Voulgaris compró el Castellón ya con la pretemporada del pasado ejercicio en marcha, ha ido implementando su filosofía de forma exponencial. En lo estrictamente futbolístico, solo continúan nueve jugadores: Javi Antón, Cristian Rodríguez, Raúl Sánchez, Óscar Gil, Manu Sánchez, Salva Ruiz, Iago Indias, Josep Calavera y Jeremy de León.

alvarezca

La mayor y última revolución de Voulgaris en el Castellón le da la razón... en tiempo récord / CD CASTELLÓN

El banquillo

Si de algo se le puede acusar al presidente/propietario/custodio, es de tener un proyecto. No se trata solo de poner un millón de euros tras otro, sino hacerlo con sentido. Su modelo podrá gustar más o menos, pero tiene cimientos sólidos y está basado en un arriesgado punto de vista.

Bajo estos parámetros hay que entender su apuesta por un técnico como Dick Schreuder, con solo una experiencia previa como primer entrenador y al que seguía desde hacía años, cuando adquiría experiencia en la MLS de Estados Unidos trabajando a la sombra de otros. Bob ha pivotado esa revolución en Castalia con una clara referencia a la NBA: allí, entretenimiento y resultados van de la mano. Este Castellón sorprende... e incluso deja boquiabierto a sus adversarios. Si no, que se lo digan a su colega del Melilla, Miguel Rivera, que aún tendrá pesadillas con el partido del domingo...

Para esperar a si esta revolución ha valido la pena, habrá que esperar a junio y se resumirá en una sola cosa: ascenso, ¿sí o no?

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