Fútbol

CD Castellón | Cien años del Sequiol

La inauguración del mítico campo de los albinegros cumple 100 años. Esta es su historia

El Sequiol.

El Sequiol. / Libro de Platino

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Como todo albinegro sabe, a la memoria llega la gloria del viejo campo del Sequiol. La casa más emblemática del entonces recién fundado CD Castellón se inauguró a principios de noviembre de 1923 y albergó durante décadas a jugadores, equipos y partidos de leyenda.

El Sequiol fue la casa de Alanga, el mito fundacional, y la de muchos otros: de Greenwell y Mauri, Vidal, Basilio, Pérez, Martínez, Arnau, Montañés... Nombres de leyenda que forjaron la pasión de la ciudad por su equipo, el que enseguida adoptó las camisetas a rayas blancas y negras. El Sequiol fue el fortín de los campeonatos regionales y el hogar de la primera escuadra que se codeó con los mejores en Primera (4º en 1943, top histórico), en las temporadas previas al traslado a Castalia.

La compra

Tal y como explica José María Arquimbau en El libro de platino del CD Castellón, diez aficionados fueron los encargados de buscar, negociar y comprar los terrenos, ubicados al final de la calle Herrero. Contactaron con el diputado Jaime Chicharro, el propietario, y éste aceptó venderlos a un precio «óptimo» siempre y cuando se destinara al campo de fútbol. Los aficionados, una vez fueron los dueños, lo alquilaron al Castellón, pero el club nunca pagó por ello. La adquisición se concretó el 29 de agosto de 1922, unas semanas después de la fundación de la entidad.

La banda de música en la grada del Sequiol, en los años 40.

La banda de música en la grada del Sequiol, en los años 40. / Archivo Mediterráneo / M. C.

Las obras se alargaron durante poco más de un año y la inauguración se fijó para el primero de noviembre de 1923. Sin embargo, la lluvia obligó a aplazar los actos, creando confusión sobre la fecha real de inauguración. En varios libros sobre la historia del CD Castellón se señala que la oficiosa se celebró el 2 de noviembre y la oficial el 3, en ambos casos en partidos contra el Español, pero en diarios de la época, como apunta hoy el propio club, se lee que el acto oficial tuvo lugar en el Sequiol el día 4.

El saque de honor lo realizó el presidente Tadeo Mallach, y el Castellón formó con Goterris, Archilés, Lavall, Úbeda, Rubio, Doménech, Sos, Marco, Pinto II, Agost y Pinto I. Se da la circunstancia de que algunas de las estrellas de la época se perdieron el encuentro, al estar citados por la selección regional. Fue el caso de Alanga, Martínez y Planchadell.

Imagen de la primera visita del Athletic de Bilbao.

Imagen de la primera visita del Athletic de Bilbao. / Libro de Platino

Un pasodoble

Con todo, el partido, que finalizó con 2-3, fue una fiesta. En el oficioso, el Español también ganó 2-3, pero importó poco. En una de las citas, la banda de bomberos estrenó el pasodoble del maestro Gallego, titulado Club Deportivo Castellón. El libro de Arquimbau lamenta que no exista grabación ni partitura del mismo.

En la ciudad, la inauguración del Sequiol fue un acontecimiento. Es sabido que la Panderola pasaba por los alrededores: los maquinistas, en días de partido, hacían sonar el silbato. El origen del nombre del campo no está del todo claro, pero es probable que se debiera a una especie de acequia que transcurría por la parte posterior de la tribuna, donde de vez en cuando algún árbitro caía.

En aquellos tiempos de fútbol salvaje y sentimental, el club orellut se instaló pronto en el imaginario colectivo de la provincia, en parte, gracias al Sequiol. Su recuerdo sigue vivo aún en la casa heredera, Castalia, al sonar el himno en cada partido.