No marcó, pero estuvo en todos los goles del CD Castellón, en el 4-2 al Atlético Baleares. Otro día en la oficina para Haris Medunjanin, quien después de quedarse en el banquillo contra el Recreativo Granada (no tuvo ni un solo minuto), regresó a la titularidad para guiar al Castellón a una victoria con un juego que «no fue el más limpio por nuestra parte», como dejó por escrito Haralabos Voulgaris en X (antigua Twitter), pero que permite llegar al partido contar el Ibiza en una posición realmente ventajosa.
Indiscutiblemente suyas fueron las asistencias a Alberto Jiménez en el 2-0 y a Jesús de Miguel en el 3-2. Sin embargo, también hay que atribuir gran parte de responsabilidad tanto en el 1-0 como en el 4-3.
Julio Gracia abrió el marcador, llegando desde atrás, en un balón que Felix Ofoli se equivocó al despejar, pero es que golpeó en el balcánico... y es cuando la pelota le llegó al sevillano, que superó a Jero Lario, quien todavía estaría recreándose en el penalti detenido a De Miguel, con la ayuda del poste.
En el 4-2, en el descuento, Medunjanin, con su presión, genera el error del guardameta del Atlético Baleares en el origen de la acción. No solo eso, sino que luego genera una maniobra de distracción con el cancerbero (de haber tocado el esférico, la acción habría quedado invalidada, ya que estaba en posición antirreglamentario, permitiendo a otro sevillano, Sergio Moyita, marcar a puerta cerrada y respirar de alivio.
Números espectaculares
En 13 jornadas, recién superado el primer tercio, la aportación del internacional bosnio es brutal: lleva cinco goles y otras cinco asistencias. Una aportación bárbara del líder natural de este Castellón de Dick Schreuder, que lleva 34 dianas y suma otros tantos puntos. Lo cual equivale a pensar que, con semejante proyección, estaría al filo de los 100 goles y los 100 puntos.