Suero insufla vida al Castellón y se gana al albinegrismo

Hace ya más de un año que aterrizó en el Estadio Castalia, pero es ahora cuando Isra Suero vive su mejor momento. Fichado desde la tercera división alemana por sus destacados datos de goles y asistencias, lo cierto es que le ha costado asentarse en el equipo y, sobre todo, ser protagonista. Apareciendo y desapareciendo de las alineaciones, y cuando con tanto jugador para su puesto (sobre todo, un Haris Medunjanin que lo eclipsaba), el madrileño con raíces extremeñas ha sabio ser paciente y insuflar aire, justo cuando el CD Castellón peor estaba, lo cual tiene más mérito.

Así que no es de extrañar su condición de jugador estrella (elegido y votado como tal por la afición) frente al Córdoba (cuando él, vaciado, fue sustituido, los albinegros todavía estaban por delante en el marcador), pero también en el Alfredo Di Stéfano. Por encima de las siempre paradas salvadoras de Gonzalo Crettaz, el clínic defensivo que ofreció Alberto Jiménez, el equilibrio y la pausa que aportó Albert Lottin, el renacimiento de Douglas Aurélio...

La sociedad soñada por Bob

Arriba, en el palco, Haralabos Voulgaris debió relamerse. En la rueda de prensa que ofreció para zanjar la pasada temporada y anunciar la contratación de Dick Schreuder como piedra angular del proyecto, tuvo que responder también al discreto rendimiento de Suero en los últimos cinco meses del anterior ejercicio (llegó casi bajo la bocina del mercado de invierno): «Fichamos a Suero y De Miguel para que jugasen juntos: solo lo han hecho 180 minutos y marcamos cuatro goles», dijo entonces. «El entrenador [Albert Rudé], desafortunadamente, ha elegido otros derroteros y no hemos podido verlos juntos», ahondó, sobre todo tras no tener ni una sola oportunidad en todo el play-off.

El sábado, el 22 encontró a Jesús de Miguel para que éste rompiera con su sequía de más de 10 horas sin marcar y pusiera al Castellón en el camino de una imperiosa victoria (0-2), sobre todo porque el Córdoba había ganado justo antes de arrancar el duelo contra el Real Madrid Castilla.

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Fundamental en la Copa del Rey

Así que no fue de extrañar que muchos situaran a Suero en la puerta de salida de Castalia, pero ya ofreció una mejor cara en pretemporada, de ahí que fuese titular en tres de las primeras cuatro jornadas, anotando su primer gol liguero (Melilla). Con todo, volvió a ser carne de banquillo, exprimiendo las oportunidades en la Copa del Rey (gol en Cáceres y gol al Oviedo), justo a las puertas de otra ventana de fichajes en las que, de nuevo, aparecía --de puertas para fuera del club-- en las quinielas para dejar el club. Sobre todo con la incorporación de Douglas Aurélio, que le encarecía todavía más los minutos.

Desde mediados de septiembre, Suero únicamente había salido desde el inicio en Sanlúcar de Barrameda, aunque evitó la derrota en el Cerro del Espino con su certero pase a la cabeza de Gervane Kastaneer en el descuento.

Rescatado... y decisivo

Con el equipo falto de frescura e imaginación en el balcón del área rival, Schreuder se dirigió a él y le soltó: «Vas a ser titular ante el Córdoba». Firmó el empate a uno y ya se retiró con el 2-1, ovacionado por la grada. Una convincente actuación que tuvo su continuidad en Valdebebas, donde el entrenador neerlandés hizo cohabitar a Isra con Douglas.

Suero ha dado vida al Castellón. 

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