Las mejores imágenes de una Pascua Taurina de l'Alcora de récord

L’Alcora cerro ayer una intensa y diversa Pascua Taurina con récord de participación, tras la multitudinaria asistencia de vecinos y aficionados a la exhibición de los astados cerriles en el recinto de cadafals de la plaza San Roque y casco antiguo, así como a un mesón gastronómico a rebosar en sus siete casetas en la plaza del Ayuntamiento, el vermut musical, los tardeos y las actuaciones musicales . Todo ello además de parque y talleres infantiles, lo que supuso miles de personas en las tres jornadas en la capital de l’Alcalatén.

La mañana arrancó con el encierro infantil de Bou per la Vila y la suelta de vaquillas de la ganadería de Hermanos Bellés. Por la tarde, tras el ganado de Hermanos Cali,  llegó el segundo toro cerril de estas fiestas (aunque se retrasó porque tuvieron que reparar la puerta del corro, dañada al entrar el ganado de corro).

Un vermut musical, tardeo y tapas dinamizan la Pascua Taurina alcorina

Un imponente ejemplar también del hierro de Mollalta de Ciudad Real, adquirido por el Ayuntamiento en La Espuela, el cual tuvo un buen rendimiento. Fue embolado por la noche, junto a otros ejemplares de la ganadería local. 

Este municipio de Castellón organizará por primera vez un encierro con seis toros de seis ganaderías

En el aspecto musical, el vermut musical del Mesón Gastronómico, organizado por Hosturialc, lo animó Javi Garbi (Elvis el Rey) mientras que el tardeo fue amenizado por el grupo 2 & Roll. 

Asistentes de toda la provincia

Durante el fin de semana, la marcha de la carpa arrancó cuando terminó, a las doce de la noche, el recinto gastronómico, que contó durante las noche del viernes y el sábado con una gran afluencia de personas, tanto de l’Alcora como de la provincia en general, en especial de pueblos del alrededor como Sant Joan de Moró, Llucena, Costur, les Useres y Figueroles. 

Entre los asistentes a la Pascua Taurina figuró la banda de música de Épila (Zaragoza), junto a su alcalde, por el vínculo histórico que les une con l’Alcora a través del vínculo del Conde de Aranda, impulsor de la Real Fábrica.