La Vall celebra con un homenaje el medio siglo de la comisión de Sant Vicent
Las reinas y los presidentes que han estado al frente de las fiestas patronales de la ciudad durante los últimos 50 años reciben un reconocimiento
Las fiestas patronales de la Vall d’Uixó no serían posibles sin los grupos de vecinos que las organizan de manera voluntaria y desinteresada. Que esta obviedad no pase desapercibida como algo que pierde relevancia al darse por hecho es la razón por la que el 50º aniversario de la creación de la comisión de Sant Vicent se esté convirtiendo en el leitmotiv de la programación de este año, con detalles especiales como el acto de homenaje dispensado ayer a todas las reinas y los presidentes del último medio siglo de historia de la ciudad.
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El Teatro Municipal Carmen Tur fue el escenario no solo de ese reconocimiento a los representantes festivos, sino también de la entrega de los emblemáticos Premis Sant Vicent Ferrer Ciutat de la Vall d’Uixó, en su vigésimo cuarta edición. Especial significación tiene haber concedido el del mérito cultural al Centro Instructivo de Arte y Cultura (CIAC) en su 50º aniversario. Al escoger a la banda que está estrechamente vinculada con las fiestas patronales de la Sagrada Familia demuestran que estos premios tienen una visión de la ciudad en su conjunto.
El del compromiso cívico quiere ser un reconocimiento a la ciudadanía a la hora de proteger el patrimonio local, porque el premio se ha concedido a la respuesta vecinal en la campaña de apadrinamiento de tejas de la cúpula para la iglesia de la Asunción. Podría decirse, por tanto, que se ha otorgado a todos los padrinos.
Los otros dos galardones, el del mérito deportivo y Valler arreu del món han sido para Elena Romá, destacada nadadora adaptada; y Vicente Planelles, científico e investigador, respectivamente.
Devoción por la Virgen
Otra de las citas destacadas del día fue una de las más emotivas, la ofrenda a la Mare de Déu de l’Assumpció. Con un cambio en el recorrido como consecuencia de las obras del Camí de l’Aigua, decenas de personas cumplieron con una tradición que suele vivirse en familia y que tiene un decorado de excepción, la monumental y singular fachada de la iglesia parroquial, referente junto a la ermita en estas fiestas patronales.
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