Este santuario de Castellón necesita dos millones de euros para evitar su derrumbe: la puntilla fue un terremoto

Una espada de Damocles amenaza al emblemático ermitorio de Sant Cristòfol de la Saranyana. Su futuro pende de un hilo por los graves daños estructurales que sufre el histórico conjunto, que también comprende el antiguo albergue, donde murieron 18 personas en 2005. Su salvación pasa por una importante inyección económica de dos millones de euros, cifra que calculan el Ayuntamiento de la Todolella, propietario del recinto, y otros consistorios que celebran tradiciones en este lugar: Cinctorres, Forcall y la Mata.  

Los estudios geotécnicos impulsados por los cuatro municipios arrojan luz sobre las perspectivas del edificio. Las actuaciones para evitar un derrumbe deberán ser integrales, ante unas grietas que avanzan y ponen en serio riesgo su estabilidad y pervivencia. 

Ramón Ortí, geólogo encargado del informe de la situación, recalca que «hemos analizado las patologías para detectar cómo y por qué se estaba rompiendo». Han instalado cinco fisurómetros y tres extensómetros. Con esta tecnología han podido acreditar que «en menos de tres meses, en puntos concretos, la dilatación llega a superar el milímetro, lo que indica que el movimiento persiste y seguirá avanzando», avisa Ortí. 

El origen de las patologías es por terremotos

El geólogo asegura que el origen es geológico. «La muela experimenta movimientos de carácter superficial y de tipo más profundo, que llega a la base del nivel calcáreo. Las grietas tienen como factor desencadenante este movimiento de tierras, por lo que la solución tendrá que ser integral». Al respecto, el informe detalla terremotos de baja intensidad registrados en el Instituto Geográfico Nacional, en 2020 y 2021, que serían una de las claves de la problemática actual.

En noviembre de 2020 hubo un seísmo en la zona, de 1,5 de magnitud de Escala Ritcher a una profundidad de 5 kilómetros. En abril y noviembre del 2021 la tierra volvió a temblar, con dos episodios de magnitud de 1,1 y 1,6, respectivamente, y a una profundidad de 22 kilómetros. Los daños en el ermitorio se agravaron tras esa época. 

Ortí cree que las obras para salvar Sant Cristòfol de la Saranyana pasan ahora por «hacer un pivotaje horizontal y la construcción de un muro de contención».

Encontrar financiación

Alfredo Querol, edil de la Todolella, afirma que «la titularidad es formalmente nuestra, pero por lazos de vecindad y peregrinar todos a la ermita es compartida con el resto de pueblos». Francisco Temprado, concejal de Cinctorres, explica que «planteamos como solución conseguir financiación, pedimos a las administraciones públicas y al obispado de Tortosa para que se involucren en la salvación de Saranyana». Querol añade que «iremos desde la Diputación hasta el Ministerio a pedir ayuda» e insiste en que la cuantía económica es inasumible para estos ayuntamientos.