Figueroles se vuelca por completo en el 500 aniversario de su parroquia presidido por el Obispo Casimiro

Figueroles vivió ha vivido este sábado un día importante para su historia local. Más de 300 personas han participado en el 500 aniversario de la construcción de la iglesia y en los 421 años de la separación eclesiástica de la parroquia de Llucena y por consiguiente, de la llegada del Santísimo Sacramento a Figueroles.

Las calles han comenzado a engalanarse a las cuatro de la mañana con alfombras florales y dibujos eucarísticos para rememorar una efeméride tan destacada. Niños, jóvenes y mayores han participado en una intensa jornada que ha comenzado con el canto de las tradicionales copletes de la despertà. Después, ha tenido lugar la recepción del Obispo frente a la Casa Cultural por parte de autoridades eclesiásticas y municipales y la reina y damas de la corte de honor. La banda local Amics de la Música ha hecho los honores al Obispo y después la comitiva ha desfilado por la carretera hasta la iglesia parroquial.

Inmediatamente, en la calle Calvario ha comenzado la procesión presidida por monseñor López, que bajo palio llevando al Santísimo Sacramento, ha recorrido las calles del municipio hasta su llegada a la iglesia parroquial. Allí ha tenido lugar la solemne eucaristía cantada por el coro parroquial. Durante la homilía el Obispo ha señalado que "hoy es un día grande para Figueroles, para vuestra parroquia", por ello, "os habéis puesto de gala y habéis engalanado todas las calles para recibir a Aquel que es el ciudadano principal de este pueblo, que es Cristo Jesús Sacramentado. Os agradezco esta delicadeza que habéis tenido para acogerle, y mostrar así vuestra fe y vuestra gratitud". Y ha puntualizado: "Sin Cristo Eucaristía no hay comunidad parroquial, no hay parroquia. Él es el centro de la vida de la comunidad, como es también el centro de la vida de todo aquel que es amigo de Jesús, Además, participando juntos en la Eucaristía se crea unidad y fraternidad, algo que cada comunidad cristiana ha de cuidar”.

Al final de la celebración el Obispo ha recibido un plato cerámico en recuerdo de su presencia en un día tan importante. Y después, tras depositar al Santísimo en el Sagrario se ha dado por inaugurada la recién reformada capilla de la Comunión. Finalmente, tanto el Obispo, como el alcalde, Luis Gregori y el párroco, Juan Vicente Vaquerizo; han descubierto una placa conmemorativa en la misma fachada de la iglesia que deja constancia de este aniversario tan significativo para la historia local. Los actos prosiguieron con una vermutà en la plaza de la iglesia para todos los asistentes y la jornada concluyó en el polideportivo municipal con una comida de fraternidad en la que participaron 260 personas y que finalizó con una actuación musical.