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Receta de Magdalena | ‘Figa albardà’ al cuadrado

Antonio Sebastián gestiona cientos de encargos diarios y muestra en directo cómo prepara la receta de su abuela que le transmitieron sus padres

Entre la gastronomía más arraigada en Castellón figuran les figues albardaes. Un manjar tradicional que apetece todo el año, pero sobre todo en Magdalena, y se continúa a tutiplén con este dulce en Semana Santa. Las de casa saben bien pero las de la Botiga de la Figa son lo más. Sencillas, sabrosas, de la terreta y singulares al tiempo. Y es que Antonio Sebastián las prepara «cuadradas», una forma con la que no deja un rincón de la masa sin rellenar y de ahí la cantidad perfecta de fruta y pasta.

Lleva cinco años y tres meses al frente de una tienda física tematizada, la Boutique de la Figa, donde estos días en la cocina el trajín es de aúpa. Buena señal. «La receta que preparo es de mi abuela Anita. Mis padres, Toni y Paquita, que tenían un puesto ambulante, siguieron preparando estas figues albardaes. Y ahora, mi compañera Mati y yo continuamos», relata.

De 100 a...800 diarios y un 'boom' para la Romeria

¿Cómo va esta Magdalena pasada por agua? «Pues pese al tiempo, la gente está respondiendo. Después de dos años sin haber tenido fiestas, el plato estrella es la figa albardà junto con la mistela o la barreja. No las cuento a diario, pero preparamos seguro cientos de figues. 500, 600, 800... Depende. El boom de encargos fue para la Romeria. Muchos te piden la docena de figues y el litro de barreja o mistela para acompañar, como hacían antiguamente», explica.

Del tiramisú con perla de higo a torrijas de horchata

Aunque la base de su mercado gastronómico son churros e higos, y tienen desde bombones a tiramisú con perla de higo, también tienen otro tipo de productos, «pero un poco por demanda», como torrijas de horchata y ximos.

Una receta ancestral

¿Y cómo prepara las figues albardaes este especialista? «Nuestro higo es cuadrado porque le hacemos un tratamiento previo. Así, muerdas por donde muerdas, comes higo. Y vamos a la masa. Solo lleva harina, agua, azúcar y levadura. No es ni muy líquida ni muy espesa. Rebozamos el higo y esperamos 6 ó 7 minutos por cada lado y ya se saca», dice. Para una docena bastan doce higos secos sin pezón, medio kilo de harina, 15 gramos de levadura, un litro de agua tibia y siempre «un buen aceite». 

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