Tribuna

Hagamos una España mejor

vicente Martínez Mus

El nuestro, España, es un gran país. En eso estamos de acuerdo la gran mayoría de los españoles de todos los rincones de nuestra geografía. Un país que no es de extremos, que está formado por gente acogedora, solidaria, con ganas de vivir en paz y armonía de forma respetuosa y tolerante.

Pero también hay una minoría o, mejor dicho, varias clases de minorías, que con argumentos fundamentalistas, excluyentes o ultra-sectarios pretenden imponer su pensamiento a los demás. De todo signo y creencia. Gente generalmente corta de miras que, ya sea por cerrazón intelectual o incluso (y esto es peor) por interés de tener o mantener un sitio político, pretende imponer sus criterios acallando a los diferentes.

No es nuevo. Esa clase de gente ha existido siempre en democracia. Y nunca fue un problema. Son quienes usan el sistema democrático de libertades y derechos que defendemos la inmensa mayoría para intentar destruirlo.

Lo que sí es nuevo es que esa gente sea la que gobierna o marca el paso al gobierno, como pasa ahora con el de Pedro Sánchez, que hace que sean minorías extremistas las que le marquen el paso. Aunque ciertamente él está cómodo así. Le viene bien el papel de poli bueno, pero (no olvidar) es quien firma las medidas que están segregando a la sociedad.

Por eso la propuesta del Partido Popular que ejemplifican Carlos Mazón en la Comunitat Valenciana o Alberto Núñez Feijóo en España (pero que está en cada candidatura del PP) se ha convertido en la única basada en la creencia absoluta de que con el criterio de la mayoría sensata, no nos puede ir mal. Al contrario, esa fuerza común es un motor imparable hacia una España mejor. Una España con muchos menos gritos ni soflamas y en cambio con muchas más ganas reales de mejorarla partiendo desde la sensatez, el trabajo común y el esfuerzo solidario.

Porque es necesario recuperar la libertad, esa que todos aprendimos que acaba cuando empieza la del otro. Esa que mi generación heredó de nuestros padres con la Transición y que creo sinceramente que está en peligro. Urge conservarla. Desde el sentido común, la mesura y la tranquilidad, pero también desde la firmeza y, hoy por hoy, proyecto así capaz de ser alternativa a los actual, solo hay uno.

Senador. Portavoz de Medio Ambiente del PP en el Senado

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