A fondo

Castelló mira al mar

amparo Marco

Castelló, como ciudad mediterránea, reúne todas las condiciones como tierra de encuentro y convivencia. La belleza de nuestro término municipal radica no solo en su paisaje, en su entorno natural, en sus playas o en su patrimonio, sino también en su gastronomía, en su forma de vivir, en sus costumbres, sus fiestas, su historia y, sobre todo, su gente.

Es una tierra abierta y acogedora, que abraza y da la bienvenida a quien tenga interés en conocerla y vivirla. Es una tierra con tradición y raíces, que dan seña e identidad propias, y con vocación de crecer, aprender y mejorar. Cada castellonense es un embajador de su tierra, porque allá donde vamos descubrimos a quienes no la conocen un pedacito de lo que somos, de nuestro hogar, de nuestro origen.

Es una ciudad con el tamaño ideal, lo suficientemente grande como para albergar una oferta turística rica y variada y lo suficientemente pequeña como para que resulte cómodo transitarla, visitarla y conocerla con detalle. Por ello, nuestra ciudad merece todos los esfuerzos necesarios para impulsarla turísticamente, sin olvidar las lecciones aprendidas en otros destinos que han afrontado retos y dificultades por las consecuencias de la masificación o de la depredación de los entornos naturales y litorales.

El turismo es y debe ser compatible con el cuidado del medio ambiente, debemos poder disfrutar de lo que las ciudades y la naturaleza nos ofrecen sin esquilmar los recursos ni ocasionar daños irreparables en la conservación del territorio. Un turismo sostenible es posible, conciliar la actividad económica que genera, las posibilidades de disfrute y ocio, también necesarias, con la conservación medioambiental.

Estos días, Castelló expone buena parte de lo que es en una cita turística que ha llegado ya a su sexta edición: Escala a Castelló, un evento internacional que pone en valor la cultura marinera y nos acerca embarcaciones históricas que podemos visitar y conocer. Cada cubierta, cada vela, cada timón nos cuentan historias de siglos, travesías mundiales y aventuras que normalmente solo tenemos oportunidad de descubrir a través de los libros o el cine. También es una cita alineada con los ODS, en concreto, con la conservación de los mares y océanos, y que nos invita a mirar al mar, a ese horizonte azul infinito que en otros tiempos parecía insondable y que nos conecta con tierras e historias lejanas.

El puerto de Castelló acogió este pasado jueves la primera jornada de este festival de tradiciones marineras. Pueden visitarse seis embarcaciones históricas como son Le Don du vent, Äran, Nao Victoria, Cervantes Saavedra, Pascual Flores y Santa Eulalia. También han atracado para sumarse a la cita el cazaminas de la Armada Ribera del Duero, la patrullera de la Guardia Civil Río Riaza y el Albatros de Aduanas, junto al Salvamar de Salvamento Marítimo y Nova Gaya de la Cofradía de Pescadores Sant Pere.

Es una cita orientada al turismo familiar, que alberga otras actividades como visitas teatralizadas, actuaciones musicales, desfiles o justas marineras. Es otra manera de experimentar la historia, la cultura y la vida en el mar.

Otra manera de conocer y dar a conocer lo que somos como ciudad.

Alcaldesa de Castelló

Suscríbete para seguir leyendo