BABOR Y ESTRIBOR

El Dos de Mayo

La cosa no llegó a la altura de ‘La carga de los mamelucos’ de Goya, pero se produjo un episodio friki que salpicó a ambos

Basilio Trilles

Basilio Trilles

En el acto central de la festividad de la Comunidad de Madrid literalmente se armó un Dos de Mayo entre gobiernos, reflejo fiel de la temperatura sofocante detectada cotidianamente en el cotarro político nacional. La cosa no llegó a la altura de La carga de los mamelucos de Goya, aunque algo de mameluco sí hubo, acogiéndonos a la segunda acepción de la RAE. El episodio friki salpicó por igual a la anfitriona oficial, Isabel Díaz Ayuso, carente de cintura, como al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ya conocido como el Príncipe de la Paz de Pedro Sánchez, quien acudió sin invitación enviado por el jefe del Ejecutivo en base a sus mismísimos. Este Dos de Mayo de 2023 el rifirrafe fue entre madrileños con ínfulas, para mayor gloria de la fecha y estupor del personal de a pie. La responsable del protocolo de Sol resultó más solvente que un piquete de antidisturbios, ella solita detuvo al ministro/valido de Sánchez en el intento de acceder a la tribuna de autoridades.

A rajatabla

Las órdenes del gran jefe, Miguel Ángel Rodríguez, director espiritual y escénico de Ayuso, fueron cumplidas a rajatabla, obviando cualquier concesión de cortesía institucional. La fiel funcionaria, bien aleccionada, ni siquiera dudó en asir de la cintura al ministro. MAR, crecido en la ubres de Aznar, es curtido legionario en la guerra política cuyas estrategias de agitar la polémica le han ido bien a la líder que asesora día y noche. De momento.

Es conocida la obsesión de Sánchez Pérez con Ayuso, transida en desesperación a medida que la presidenta sigue subiendo en las encuestas. Tan innecesaria resultó la aparición de Bolaños como la inflexible decisión de impedirle la entrada a la tribuna de autoridades. Cuando la cosa va de chulapos y chulapas, pues eso.

Periodista y escritor

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