Punto de vista

La deuda de la Conselleria de Sanidad

Joaquín Serrano

Joaquín Serrano

La Generalitat Valenciana tiene una deuda de 55.000 millones de euros, dentro del total de las comunidades autónomas que es de 322.000 millones de euros. Cifras astronómicas que resultaran difíciles de pagar. Nos tocan 10.861 euros por valenciano.

Y aunque la sindicatura de cuentas advierte recurrentemente no se le hace caso. Una grandiosa herencia que viene de lejos y que el gobierno del Botànic en sus ocho años no solo no ha disminuido, sino que incrementó considerablemente. Se gasta sin límite y el que venga detrás que arree. El grueso de la deuda corresponde a la Conselleria de Sanidad, el conseller cesado Miguel Mínguez parece ser que no supo o pudo pagar 190.000 facturas a las que tendrá que hacer frente el nuevo, Marciano Gómez, menudo papelón porque fácil no será.

Por ejemplo, se deben medicamentos, aparatos, tratamientos y todo tipo de material de proveedores sanitarios, algunos en una angustiosa situación económica y todos desesperados porque no tienen forma de conseguir su dinero y sin embargo tienen que seguir suministrando productos para no quedarse sin negocio.

La pelota de Sanidad se lanzó a la Conselleria de Hacienda y esta al Fondo de Liquidez Autonómica que es el mecanismo que otorga liquidez de las comunidades autónomas para atender sus necesidades. Que no haría falta si se reformara nuestra infrafinanciación o se compensara la deuda histórica, empezando por los 920 millones de euros que nos debe el gobierno por la atención sanitaria a los turistas.

Hablamos de un servicio público fundamental, uno de pilares del Estado de bienestar que de ningún modo pueden fallar.

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