Ole, agricultores y ganaderos

Las actividades de extracción y obtención de materias primas, como la agricultura, la ganadería o la pesca, son el sector primario, el que nos da de comer. Es justo que quienes a él se dedican puedan vivir de su trabajo, que se les escuche y que no se les arruine: si ellos desaparecen, nosotros no comemos. Me fastidia como a todos un corte de carretera, pero es que tienen toda la razón. Unos legisladores europeos y nacionales ignorantes del sector, pijiprogres, ecologetas les imponen normas sin sentido común. Y lógicamente han explotado.

La política agraria de la Agenda 2030 es un disparate, con costes imposibles. Pedir normas sanitarias que no se exigen a terceros es tan ilógico como estúpido. Traer naranjas de Marruecos o Turquía baratas porque no tienen tantos requisitos, es un robo.ay que imponer ya las cláusulas espejo en todos los productos agrícolas y ganaderos que entran en la UE.

También hay que derogar una absurda ley de bienestar animal que hace inviable las explotaciones ganaderas. Cumplir la ley de cadena alimentaria, sin ventas a perdidas y una PAC sin tanta burocracia, justa y flexible. Y repensar el demagógico Pacto Verde Europeo con exigencias sobre emisiones o reducción de fitosanitarios inasumibles económicamente.

Y este movimiento no nace de anquilosadas asociaciones o sindicatos, que deberían reflexionar, sino de plataformas independientes y redes sociales, de los auténticos profesionales. A los que se reprime con una dureza no vista contra independentistas ni terroristas callejeros que no luchan como los agricultores y ganaderos por el bien de todos.

Notario y doctor en Derecho