Ser concejal de pueblo

La pasada semana, en la sesión de control al Gobierno de España que tuvo lugar en el Congreso de los Diputados, el presidente Sánchez se refirió al líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo diciendo que «(…) usted, con ese historial, ha podido escalar a lo más alto de su partido político, y en mi partido político usted no habría llegado ni a concejal de pueblo». Todo ello en medio de una discusión sobre las supuestas corruptelas del caso Koldo y la amistad del presidente popular con un capo del narcotráfico.

Sin entrar en el fondo del debate, que no es objeto de este artículo, quiero lamentar profundamente las palabras del presidente del Gobierno respecto a ser concejal de pueblo que son un claro desprecio a los mismos. A los más de 67.000 concejales que tiene nuestro país. Y sí, muchos miles de ellos de pueblos pequeños. De pueblos que no tienen apenas personal y recursos y que funcionan en muchos casos por la entrega de personas que rigen los consistorios. Y muchos de ellos sin cobrar un céntimo por su trabajo.

Ser concejal de pueblo, del pueblo en el que has nacido, crecido, estudiado, en el que vives y en el que quieres seguir viviendo, en el que vive la gente a la que más quieres… es un absoluto orgullo. Conseguir la confianza de tus vecinos y vecinas para representarles lo es.

La política local es la más sacrificada y bien lo saben los que tienen la suerte de estar o haber estado de forma activa en la misma. Haber sido concejal de pueblo, conocer los problemas reales de la ciudadanía, los del día a día… debería ser requisito previo para tener mayores responsabilidades en política (a nivel provincial, autonómico, estatal…). Otro gallo nos cantaría.

Nula apuesta

Estas palabras demuestran la concepción que tienen en las altas esferas de los grandes partidos sobre la política municipal, la más cercana al ciudadano. Durante décadas han dejado patente su nula apuesta por la administración local y sus necesidades reales. Están a otras batallas.

Desde Unión Municipalista hemos pedido al presidente del Gobierno que retire sus desafortunadas palabras y pida disculpas por ello. Y, por supuesto, los municipalistas estamos muy orgullosos y orgullosas de ser concejales de pueblo. De nuestros pueblos.

Alcalde de Nules