Opinión | BABOR Y ESTRIBOR

Botafumeiro y referéndum

Pedro Sánchez despidió en Benicasim a Ximo Puig, cuyo lugar ocupa la ministra Diana Morant

En Benicasim Pedro Sánchez sacó el botafumeiro en el adiós de la primera línea al ahora su amigo Ximo Puig, premiado con la embajada de España ante la OCDE radicada en París, tras perder las elecciones el 28-M. Una espléndida canonjía en la recta final del veterano socialista morellano. Desde 1983, de la mano de Joan Lerma, Ximo viaja en el confortable tren de la política profesional. De fino olfato, muy próximo, avalado por una vasta trayectoria desarrollada en todos los resortes de las administraciones, excepto el Consejo de Ministros, le tocó bailar con los socios del Botànic, lo cual perjudicó su gestión. Del expresident de la Generalitat siempre he destacado el sentido de Estado, lástima que tan necesaria virtud le tocara ejercerla en solitario desde el Palau. Ungido por Sánchez, Ximo ya recorre los Campos Elíseos y conociendo sus raíces periodísticas no habrá dejado ocasión de disfrutar de un velador en el Café Flore, en Saint Germain. Uno de los míticos locales impregnados de los espíritus de Jean Paul Sartre, Boris Vian, Truman Capote o Ernest Hemingway. La capital del Sena resulta magnífico epílogo para el histórico socialista de Els Ports, al que Sánchez ha prometido amistad inquebrantable: «Ximo, siempre podrás contar conmigo, también como amigo». Quien tiene un amigo tiene un tesoro, si el amigo es el actual presidente del Gobierno miel sobre hojuelas. So pena de que cambie de opinión, algo que le va en los genes.

Un socialista de los de antes, al corriente con el pago de la cuota del partido, me sopla: «Ya tenemos delegada de la Moncloa al frente del PSPV», en referencia a la ministra Diana Morant, flamante secretaria general de los socialistas valencianos sin haber pasado por las primarias. Hombre, respondo, es lo mismo que dice Pere Aragonès respecto al anodino Salvador Illa. El amigo, nostálgico de Felipe, pone cara de póquer antes de argumentar: «Gracias a las primarias Pedro es quien és y está donde está. Ese instrumento con el que logró dar la vuelta a su situación y dejar al partido yermo de voces internas, acumulando el poder orgánico jamás conocido en otro secretario general, resulta que ya no es la fórmula más adecuada en el País Valenciano». Bueno, vuelvo a intervenir, estáis todos mudos a excepción de García-Page. Mi interlocutor hace un mohín de cansancio: «Mira, vamos a dejarlo. Aquello de quien se mueve no sale en la foto, ahora es una implacable realidad».

Inteligencia artificial

Tirando de recurso literario en cierta ocasión, por aquello de dar color a los cambios de parecer y maniobras incalificables a las que nos tiene acostumbrados el genuino jefe del Ejecutivo, me preguntaba si en realidad Pedro (nombre propio cuya etimología nos lleva a piedra) era un artefacto de la inteligencia artificial programado para campar en el espacio político libre de los principios éticos y morales que condicionan al común de los mortales.

Cuanto ha hecho Sánchez para conservar el poder, tras perder las elecciones generales del 23-J, evidencia que nos encontrarnos ante un ser con capacidades hasta ahora desconocidas en la res publica. Claro que la infalibilidad aun resulta inalcanzable para el ser humano y el desahogo habilidoso del pícaro siempre toca a su fin. La falacia de propiciar la estabilidad de Cataluña, resumida en la necesidad de contar con los independentistas para seguir gobernando, ayer fue evidenciada por la secretaria general de ERC. Marta Rovira: «Ya estamos hablando del referéndum con el PSOE». Su jefe, Junqueras, ha dicho: «Si tenemos que volver a la cárcel, volveremos». Desconocemos el contenido de las negociaciones de Suiza con Junts. Empero, Puigdemont avisó desde Elna que van a por todas. Los secesionistas, hasta ahora, no han mentido.

Periodista y escritor