Una joven científica de Vila-real, premio Viladona 2024

Llegó a Vila-real con tan solo cuatro años junto a su familia procedente de la localidad jienense de Beas de Segura. El destino al que llegó en principio «para una temporada» se ha convertido en su ciudad de vida. Aquí empezó su proceso educativo, teniendo como colegio de base el Bisbe Pont, el mismo que ahora le otorga el premio Viladona, que puso en marcha este centro escolar vila-realense creado por el añorado mosén Guillermo Sanchís con el fin de ensalzar y poner en valor el arduo trabajo y el esfuerzo de las mujeres para lograr sus objetivos de vida.

Manuela Barneo curso sus estudios de Primaria en el colegio Bisbe Pont y tras un largo periplo formativo logró en el 2009 licenciarse en Biología, en la rama de Biología Fundamental y en la especialidad Celular y Genética en la Universitat de València. Además, cursó un máster en Investigación en Biología Molecular, Celular y Genética; y es doctora en Biotecnología y Biomedicina. 

Ámbito educativo

Sus profesores elogian el esfuerzo de esta vila-realense de adopción que, pese a llegar hablando y pensando en castellano, pronto cambió el chip para hacerlo en valenciano. A sus 39 años y a punto de cumplir los 40, Barneo es profesora en la facultad de Medicina de la Universitat de València y profesora asociada de la Universitat Jaume I de Castelló.

Con el premio Viladona de fondo --el reconocimiento se le entregará mañana mismo, en el marco de las actividades que este centro educativo realizará con ocasión del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer--, la joven científica vila-realense compareció ante un grupo de alumnos, que no dudaron en realizarle un buen número de preguntas para conocer los detalles de su trayectoria.

Esfuerzo y superación

Sus maestros de Primaria aseguran que Manuela Barneo «es un ejemplo de superación y esfuerzo». Y es que superó la etapa de Primaria sin un solo suspenso y siempre con buenas notas.

Sencilla y próxima, Barneo asegura a Mediterráneo que «recuerdo feliz mi periodo escolar en el colegio Bisbe Pont». Una escuela que nació en un barrio «que nada tiene que ver con el actual», tras el crecimiento del casco urbano hacia el noreste.

La científica incide en transmitir a sus alumnos universitarios valores como el esfuerzo, la perseverancia y la humildad. «Todos hacemos falta, sea cual sea nuestra vocación», afirma.