TRADICIONES

Un clásico del Domingo de Ramos en Castelló: se venderán 4.000 unidades

Es un elemento estrechamente ligado a la jornada que abre la Semana Santa

Un vendedora de la plaza Santa Clara muestra dos palmas trabajadas.

Un vendedora de la plaza Santa Clara muestra dos palmas trabajadas. / DAVID GARCÍA

A punto de celebrarse el Domingo de Ramos, el próximo día 24 de marzo, Castelló ha reactivado, como suele ser habitual, la venta de palmas entre la ciudadanía. Si bien las floristerías de la capital calculan que venderán más de 4.000 palmas este año, las de solapa son las que cuentan con una mayor aceptación entre los castellonenses que mantienen esta tradición gracias, principalmente, a los abuelos que son los que, junto a los padrinos, suelen regalar el palmito a los más pequeños de la familia.

Los precios oscilan entre los 3,5 y los 50 euros como máximo. Las más pequeñas que se sujetan en el traje y que, una vez bendecidas se suelen colocar en los hogares o en los coches, son las más baratas, a las que siguen los tradicionales palmones lisos y, las más caras, las trabajadas con flores, según confirman desde las diversas floristerías consultadas por el periódico Mediterráneo.

Encargos

Mariló Pascual, de Los Claveles, destacó que normalmente los clientes encargan la palma y la recogen a última hora, de ahí que las ventas aumenten entonces. «Este año contamos con palmones para chico con una flor en el centro que son la principal novedad, aunque también contamos con la palma tradicional trabajada o la de solapa que se venden mucho», destaca Pascual, quien corrobora que normalmente son los abuelos y los padrinos los que hacen el regalo. En el mismo sentido se pronuncia Clara Cortés, de la floristería La Orquídea, quien destaca que la gente joven adquiere cada vez menos este tipo de producto.

La más exitosa

«Hoy en día vendemos todo tipo de palmas y de varios tamaños, pero es la de solapa la que mayor éxito tiene porque luego la puedes guardar en cualquier lugar sin mayor problema», destaca Cortés a este diario, quien reconoce que cada los castellonenses compran menos a pesar de que continúa la tradición del Domingo de Ramos. Hay que recordar que en muchas ocasiones los fieles acuden a la celebración con ramas de olivo en lugar de las vistosas palmas que las suelen lucir, por lo general, los niños.

David Moral, de Muscari Chabrera destaca que los compradores se interesan por los palmones, que hay desde medio metros a tres metros y medio, pero también por las trabajadas «con rizos y flores que podemos encontrar hasta metro y medio y suelen ser habituales para las niñas».

Un día señalado

De esta forma, las iglesias de Castelló, además de la basílica del Lledó, volverán a vivir esta festividad que dará paso a la Semana Santa, hasta el 31 de marzo (Domingo de Resurrección), y que continuará con la Pascua en un periodo de celebraciones religiosas en la capital de la Plana.