Primera RFEF

CD Castellón | Castalia y Riazor, dos torres y un ascenso

Castellón y Deportivo comparten objetivo y conexiones no solo de jugadores, también de sus estadios

Las dos torres.

Las dos torres. / RCD / CD Castellón

E. Cobas / C. Miranda

Castellón y Deportivo de la Coruña lucharán por acceder a la final del play-off de ascenso a Segunda División, primero en Riazor, este domingo a las 19.00 horas, y luego en Castalia el siguiente domingo a las seis de la tarde. Dos estadios situados a 1.000 kilómetros de distancia y estéticamente muy diferentes, pero con un elemento común: sus respectivas Torres de Maratón. Son, junto a Montjuic en Barcelona, ahora bajo el nombre de Olímpico Lluís Companys, dos de los pocos estadios españoles que conservan sus emblemáticas torres.

La coruñesa la ideó el arquitecto municipal Santiago Rey Pedreira, como parte del anteproyecto que vio la luz el 9 de septiembre de 1938, tal y como detalla el Real Club Deportivo en el libro Riazor 75 años. Seis años después, el 29 de octubre de 1944, el flamante estadio con capacidad para 36.212 espectadores acogía su primer partido, un Dépor-Valencia, aunque la inauguración oficial fue al año siguiente, el 6 de mayo de 1945, en un España-Portugal. 

La torre, al fondo, durante un partido en Castalia.

La torre, al fondo, durante un partido en Castalia. / CD Castellón

Ese mismo año, el 4 de noviembre de 1945, se inauguraba Castalia en la capital de la Plana (15.000 espectadores en el diseño original del arquitecto Francisco Maristany) con un Castellón-Atlético Aviación. Dos estadios nacidos casi simultáneamente, con pistas de atletismo y cada uno con su imponente Torre de Maratón: 47 metros de altura mide la de Riazor y 42, la de Castalia

Resistiendo

Ambas estructuras siguen actualmente en pie en el exterior de sus respectivos campos desafiando al paso del tiempo y resistiendo también a las sucesivas reformas tanto de Riazor como del viejo Castalia, que fue derribado para construir el actual estadio, inaugurado el 17 de junio de 1987. Allí se levantó un recinto totalmente nuevo. Solo se conservó inalterable un elemento, la Torre de Maratón

La torre no se movió de su emplazamiento original, pero pasó de estar situada tras uno de los fondos, la llamada grada de Torre, a la parte trasera de uno de los graderíos principales, el de Tribuna, debido al cambio de orientación del terreno de juego. 

Las similitudes no terminan aquí: Riazor siempre fue municipal y también lo es el Nuevo Castalia en la actualidad, aunque en sus primeros años fue propiedad del Frente de Juventudes. 

Vidas cruzadas

Deportivo y Castellón no se miden en un terreno de juego desde finales de la década de los ochenta, pero en los últimos años el trasvase de futbolistas ha sido más o menos frecuente. En ambos campos jugaron como locales a lo largo de sus carreras cinco de los protagonistas de esta eliminatoria: los deportivistas Adrián Lapeña y Rubén Díez, Jamelli, que defendieron el escudo del Castellón en anteriores etapas; y los albinegros Borja Granero, Josep Calavera y Salva Ruiz, con pasado reciente en el primer equipo del Dépor. El capitán Cubillas, en su día, jugó en el filial blanquiazul.

Por ambos banquillos también ha pasado Óscar Cano, el antecesor de Rubén de la Barrera en el Dépor y protagonista del último ascenso del Castellón. Muchas conexiones entre ambos clubs, también en sus estadios, con dos torres y un ascenso por el que luchar. 

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