CD CASTELLÓN

Haralabos Voulgaris se desnuda: el dueño del Castellón desvela su lado más humano, la compra del club...

El presidente hace un repaso vital, incluida su etapa en el club, en el ‘podcast’ de una personalidad británica, Liv Boeree

Haralabos Voulgaris se desnuda: el dueño del Castellón desvela su lado más humano, la compra del club...

Haralabos Voulgaris se desnuda: el dueño del Castellón desvela su lado más humano, la compra del club... / KMY ROS

Juan Francisco de la Ossa

Juan Francisco de la Ossa

Esta temporada, Haralabos Voulgaris está plenamente involucrado en el día a día del CD Castellón. Afincado en Benicàssim, presente en todos los partidos de Castalia e incluso en alguno fuera, el propietario del club ha fomentado en X la interrelación con la afición (sonada fue su encuesta sobre una hipotética eliminación de las rayas en la camiseta de la próxima campaña), incluso con conversaciones en esta red social con los seguidores.

Rompe el 'silencio'

Con todo, el greco-canadiense sigue siendo casi un desconocido para el gran público. Apenas un puñado de ruedas de prensa y ninguna entrevista concedida (pese a las reiteradas peticiones), amparado, él y su grupo de trabajo de Pitch32, en mantener un perfil bajo. Pero Bob ha roto este hermetismo en el podcast de Olivia Liv Boeree, al frente de Win-win (se podría traducir como Ganamos todos). Se trata de una comunicadora científica, presentadora de televisión y exjugadora profesional de póquer, lo que le hace ser muy popular. La inglesa presenta al máximo responsable del Castellón como «uno de los apostadores [gamblers, en inglés] más exitosos de todos los tiempos», antes de una conversación de casi hora y media con él.

Influenciado por el budismo y las lecturas del emperador romano Marcos Aurelio, Bob, quien se define como «un lobo solitario» (acompañado siempre de su perro Oscar), explica la complicada relación con su padre, el primer trabajo que tuvo (plantar árboles)..., antes de hacer de las apuestas su modus vivendi. Y, a continuación, profundiza en su nueva faceta: dueño de un club de fútbol en Europa.

La llegada

«Me enamoré de la ciudad y la gente, ama a su equipo de fútbol», descubrió Bob, que calificó a Castelló como «una ciudad de clase obrera». Además, desveló que, de entrada, tuvo que «pagar 4,5 millones de euros», al comprar el club (según sus cálculos, un 8% del precio que costaría en Segunda), en gran medida por las deudas que ahogaban la entidad. No rehuye un selfi, aunque admite que no le acaba de gustar el protagonismo. «No sé cómo me sentarán las críticas que reciba cuando las cosas vayan mal, cuando me cuesta cinco millones al año...», deslizó.

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Haralabos Voulgaris se desnuda: el dueño del Castellón desvela su lado más humano, la compra del club... / CD CASTELLÓN

El desembolso

«Tenemos un plan de seis años para estar en LaLiga y competir con Real Madrid, Barcelona...», explicó. «Por eso gastamos como si estuviéramos en Segunda División, donde creo que seremos rentables sin vender futbolistas», matizó. A su juicio, el objetivo de devolver al Castellón a la élite «no es tan irreal», según los modelos de predicción en los que trabajan sus colaboradores. «Quiero apoyarme en gente más inteligente que yo en ciertas áreas», admitió Voulgaris.

«El fútbol español es diferente al de Inglaterra», contestó a la pregunta sobre la comparación». «Tal vez el estilo español sea mejor; pero si todos juegan con una posesión similar y con precaución, mientras tu equipo juega con una delantera agresiva, tiene una ventaja competitiva», vislumbró.

Sobre los entrenadores

Aunque sin decir sus nombres, Bob también se refirió a los tres entrenadores que ha tenido. Sobre Rubén Torrecilla, arguyó que fue «contratado una semana antes de que yo comprara el club». «Simplemente, no era el tipo --agregó--. Tenía una personalidad dura, no aceptaba las críticas, no se basaba en los hechos y estaba muy metido en sus sentimientos», detalló.

De Albert Rudé manifestó que «es una gran persona, con una gran integridad». «Es inteligente y trabajó muy duro, pero tal vez no tenía la experiencia necesaria», comentó. «Lo íbamos a dejar ir, perdiéramos o ganáramos el último partido», comentó. Además, ahondó en ese encuentro, el de Alcorcón: «Me emocioné cuando marcamos [el 0-1]; pero luego, cuando adoptamos un plan de juego defensivo, me resigné». «Casi lloro, pero no por mí: todos alrededor lloraban, los jugadores lloraban...», señaló Voulgaris. Y desveló una anécdota con Iván Catalán, uno de los miembros del departamento de comunicación del club: «Iván, el chico más amable que he conocido, estaba inconsolable, así que le di un abrazo».

«Toma riesgos»

Bob pasó página rápidamente. «Después del partido, pensé: está bien, no jugamos lo suficientemente bien para ganar, no estábamos listos, así que vamos a volver al trabajo». Así que fichó a Dick Schreuder: «Tenemos mucho en común en la forma que vemos el juego: es agresivo y toma riesgos». La entrevista, publicada la semana pasada (antes del 5-1 al Mérida), posiblemente esté hecha unos días antes de empezar la temporada, que ha confirmado, seguramente, sus predicciones.