Las Cuarenta

Las Cuarenta de Pepe Beltrán: ¡¡Me la envaino!!

La historieta de marras me permite quitar hierro a la rectificación del entrenador tras mi desasosegada, por impaciente, perorata de la semana pasada

Dick Schreuder, durante un partido del CD Castellón en Castalia.

Dick Schreuder, durante un partido del CD Castellón en Castalia. / Gabriel Utiel

Pepe Beltrán

Pepe Beltrán

Aquellos aficionados que peinan canas se acordarán de la frase que encabeza el titular. Así que, a riesgo de parecer nostálgico --cuando lo que pretendo es regodearme en la anécdota y aprender de las experiencias--, traigo a colación una de las más felices expresiones que caracterizaron al periodista Chencho en sus tan populares como polémicas soflamas en torno al CD Castellón.

Con su encendida vehemencia, Crescencio López del Pozo anunció en su día la pretendida primicia de que Emilio Fabregat no iba a fichar a ningún entrenador extranjero y, cuando se produjo el anuncio de la inminente llegada de Obradovic, montó en tal grado de colera contra el presidente que éste le envió a fer la mà en directo, circunstancia que por la noche reprodujo el periodista en perfecto castellano --¡¡vete a hacer la mano!!-- al contar el suceso en el programa de José María García, quien lógicamente no entendía la adaptación de la expresión original y Chencho, extrañamente sin palabras ni argumentos, cerró la conversación aplazando las explicaciones que le solicitaban. Como también solía ser habitual en él, el famoso locutor deportivo abrió su programa del día siguiente con la no menos célebre proclama: ¡Me la envaino!, en alusión a esconder el sable como buen militar que reconocía su derrota, en este caso el error al que le habían arrastrado sus fuentes informativas.

Imposible de imitar nuestro protagonista, la historieta de marras me permite quitar hierro a la rectificación del entrenador tras mi desasosegada, por impaciente, perorata de la semana pasada sobre la crisis del equipo --ciertamente sumaba tres partidos sin ganar-- y la negativa influencia de las decisiones del entrenador en la misma, porque sostenía que Dick Schreuder no acertó en muchas y solo sobrevivimos a tanto tropiezo porque el Ibiza, nuestro gran enemigo en esta temporada por lo demás sobresaliente, todavía se ofrecía peor en sus envites, ítem más esta misma semana hasta dejarnos de nuevo el liderato en solitario. El equipo recuperó sus principios, aunque fuera por obligación, y con ellos la senda de la victoria.

Los jugadores del Castellón celebran el gol de la victoria en el Estadio Balear.

Los jugadores del Castellón celebran el gol de la victoria en el Estadio Balear. / CD Castellón

Y, como manda el ADN albinegro, igual que pasamos del entusiasmo desaforado a las dudas razonadas, ahora, y sin solución de continuidad, recuperamos la euforia ante la posibilidad de redondear la faena ganando en casa mientras el rival de nuestros desvelos visita Málaga, que es el tercero en discordia empatado con el Córdoba. Atisbamos la ocasión pintiparada para aumentar la ventaja sobre el segundo clasificado y esperar el duelo entre ambos del domingo 12 de mayo sobre un colchón que relaje nuestra ansiedad y alimente nuestro fútbol. Por lo pronto, no quisiera envainármela yo también, porque todo pasa por mantener el tipo y ganar este domingo al tan modesto como peligroso San Fernando.

Magdalena

El partido de esta jornada, enmarcado en el primer fin de semana de las fiestas fundacionales de la ciudad, ha sido tradicionalmente objeto de todo tipo de conjeturas sobre la conveniencia horaria. Desde el viernes previo, a jugar después del Pregó, casi siempre se eludía la coincidencia con la corrida de toros por entenderse que ambos atraen a una misma afición con dos perfiles. Apuesto que Castalia gana por goleada. No creo que tenga que corregirme.

La Magdalena también es tiempo para visitar terrazas, collas y garitos. Todas con un indudable ambiente albinegro. Una oportunidad sin par para que Bob Voulgaris abandone el refugio del idioma y se de un baño de multitudes y cariño con el que devolverle lo mucho que está haciendo por el Castellón, por nosotros. Y de paso fichar a alguien para la obligada reforma del consejo que le va a hacer tanta falta. Alguien debiera decírselo. Y no pienso retractarme.