Costas reparará ‘mordidas’ del mar con arena del propio litoral

Costas repartirá material del regenerado del litoral sur en las zonas más afectadas por las corrientes marinas. Los espigones, que son una realidad desde el pasado verano en el municipio, han propiciado, en este segundo semestre del año, una estabilización del frente litoral. No obstante, los pequeños temporales que se han sucedido durante los últimos meses han provocado que un tramo no muy extenso de la costa se encuentre «descarnado», una situación ya prevista en el proyecto. 

Esta zona se rellenará con las aportaciones de materiales que se están acumulando, sobre todo, en el muro de espigón del margen izquierdo de la Gola de Queralt, que linda con la provincia de Valencia.

En este sentido, la alcaldesa de Almenara, Estíbaliz Pérez, asegura que «el tramo en cuestión se encuentra tal y como se lo dejó Costas cuando finalizó la construcción de los espigones y es la zona más deficitaria. Por ese motivo, se utilizará el material que ha depositado el mar en el margen izquierdo de varios espigones para adecentarlo. Todo este trabajo está contemplado en el plan, que recoge que cuando alguna área se vea afectada por la falta de material, este se aportará del propio litoral de la localidad para dejar la zona en perfecto estado».

La pasarela se queda

El organismo gubernamental dejará en el lugar la pasarela de madera, que cuando se construyó el paseo marítimo, hace aproximadamente tres lustros, servía de acceso desde el propio paseo al área de playa. Actualmente, la infraestructura está pivotada dentro del mar y es parada obligatoria de senderistas para hacerse fotografías o selfis.

La primera edila añade que «desde el primer momento, Costas se mostró favorable en dejar la pasarela de madera tal y como está, pues ahora hace otra función, ya que explicaron que hay países que tienen este tipo de instalaciones que, desde el punto de vista turístico, son positivas».

El proyecto de Almenara es el único que se ha ejecutado de la estrategia de defensa del litoral sur de Castellón y con sus cinco espigones, más el alargamiento con piedras de escollera los muros de la Gola de la Llosa y la Gola de Queralt, ha dejado una imagen totalmente diferente. El retroceso del mar es evidente en los tres kilómetros, salvo en la zona donde Costas aportará gravas y arena. 

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