Almassora abre todas las estancias de su renovado colegio: dejan atrás un centro de la década de los 60

De un recinto de 1960 a un colegio del siglo XXI. Almassora ha culminado la construcción del colegio Riu Millars de Almassora, el antiguo Embajador Enrique Beltrán, con unas «infraestructuras de primera, adaptadas, integradoras y cómodas para docentes, familias y a los cerca de 400 escolares», como destacó la alcaldesa, Merche Galí en la recepción de las obras. 

Unas instalaciones que destacan por el gimnasio, que permitirá la práctica deportiva con independencia del tiempo, y una biblioteca con zona de lectura en la primera planta, además del comedor para 360 comensales distribuidos en dos turnos con un gran ventanal al patio para garantizar el paso de luz natural. Ésta es una de las claves de un diseño que integra el colegio en el barrio y apuesta por materiales naturales como el cañizo de los entoldados y tonos neutros en todo el recinto.

Todo listo para lanzar este mes el concurso de ideas para diseñar el pabellón polifuncional de Almassora

El procedimiento comenzó en julio del 2018

La recepción pone punto y final a un proceso que arrancó en la tarde del 13 de julio de 2018 con la aceptación por parte del pleno municipal --con los votos favorables de PSOE, Compromís y Podemos-- de las competencias para asumir las obras de este colegio integrado en el plan Edificant. «Ese apoyo de estos grupos se ha traducido hoy en un edificio de verdad construido en 5.700 metros cuadrados y con espacio para seis unidades de Infantil y 12 de Primaria», apuntó Galí.

La primera edil agradeció a la empresa Añil Servicios, Ingeniería y Obras su disposición para completar en el menor tiempo posible «una obra muy compleja, encajada en un área residencial ya ejecutada y a la que se sumaron los derribos de viviendas y de los antiguos edificios». La inversión total de la construcción integral ha ascendido a 5.321.383,96 euros.

Los arquitectos técnicos municipales, Fernando Zaragoza y Begoña Conill; el equipo de arquitectura Durán Moreno y directivos, así como la AMPA del centro recorrieron junto a Galí y los ediles Raquel Barberà y Javier Mollá las nuevas instalaciones, que dejan atrás el antiguo centro. Pese a que la mitad del recinto funcionaba desde septiembre, la firma del acta por parte también de la interventora accidental supuso la retirada de precintos de seguridad y apertura de todos los espacios.