Betxí recurrirá al Supremo para no tener que devolver la cruz al calvario: "Es por un defecto de forma"

Cuatro años después de que Betxí retirara (en febrero del 2019) la Cruz del Calvario por, según esgrimió el Ayuntamiento entonces, su deterioro y su peligro de derrumbamiento, la justicia obliga ahora al consistorio a devolverla a su lugar original. Actualmente, el símbolo se encuentra adosado a una capilla del cementerio.

Así lo dio a conocer este viernes el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV), que estima el recurso de Abogados Cristianos y revoca la sentencia del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Castellón (de 24 de marzo del 2022), que daba en primera instancia la razón al equipo de gobierno.

El motivo por el que el organismo autonómico rebate el fallo anterior es porque los jueces entienden que el traslado de la cruz supone una «vía de hecho» al no haber una resolución administrativa que ampare esa decisión.

Razonamiento del tribunal

La Sala remarca en el auto que las facultades públicas municipales, «por imperativo constitucional», han de activarse «con sometimiento pleno a la ley y al derecho». Y en este caso, según los magistrados, la decisión del Ayuntamiento de trasladar la cruz desde la calle del Calvario a una capilla del camposanto es una «orden de ejecución de mantenimiento» o «una simple reparación ordinaria relativa a elementos en la vía pública».

En concreto, el TSJCV considera que ese cambio de ubicación «trasciende con mucho de esos trabajos de mantenimiento domésticos», por lo que precisa de una resolución administrativa que le dé cobertura legal. Sin ella, la actuación incurre en «vía de hecho» y, por tanto, es contraria a derecho y debe ser anulada. 

Valoración del alcalde

Horas después de trascender la noticia, el alcalde, Alfred Remolar (que se enteró del fallo por la prensa, el Ayuntamiento no recibió ayer la notificación hasta pasadas las seis de la tarde), adelanta a Mediterráneo que el consistorio recurrirá la sentencia al Tribunal Supremo (TS), para lo cual tienen un plazo de un mes.

Según explica, este veredicto se basa en «un defecto de forma», ya que cuando el juzgado de Castellón se puso de su lado, el consistorio debía haber realizado una resolución de alcaldía para fundamentar el traslado de la cruz al cementerio y no lo hizo. «Se trató todo en comisiones de urbanismo y cerramos el expediente sin haber emitido esa resolución», comenta.

«Respeta» y «acata» la sentencia, aunque se muestra «optimista» de que el Supremo les devuelva la razón. Remolar recuerda que la cruz está pegada a una pared en el interior del cementerio porque, si bien la repararon (se rompió tras retirarla del calvario), «no se sostiene por su propio pie». Aunque sean todo «hipótesis» por ahora, si el TS no les amparara, lógicamente la devolverían al calvario y estudiarían «la viabilidad de cómo trasladarla y las posibilidades que tienen de arreglarla».

«Hace cuatro años, también en precampaña, tuve que ir a declarar por el traslado de la cruz y ahora curiosamente sale esto...», opina Remolar.

Casos similares

Otros casos conocidos en la provincia cuyos ayuntamientos estarán bien atentos a los efectos que pueda traer este episodio de Betxí son la Vall (tras retirar la Cruz de los Caídos de la plaza de la Paz) y Castelló (que la quitó del parque Ribalta). 

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