CAMPAÑA DE CONTROL

A la captura de las tortugas invasoras de Florida en la desembocadura del Millars

Los guardias del Consorci del Millars han capturado siete tortugas desde el pasado 10 de marzo, cuatro de Florida, especia considerada invasora

Uno de los guardias del paraje protegido de la Desembocadura del Millars comprueba han entrado tortugas en la trampa llamada 'mornell'.

Uno de los guardias del paraje protegido de la Desembocadura del Millars comprueba han entrado tortugas en la trampa llamada 'mornell'. / MEDITERRÁNEO

R. D. M. // J. C.

El Consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Millars formado por los ayuntamientos de Vila-real, Almassora, Burriana, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana se encuentra en plena campaña de control y seguimiento de tortugas autóctonas y alóctonas en el tramo bajo del paisaje fluvial.

La campaña que se inició el pasado 10 de marzo de 2023 tiene como objetivos principales el estudio para controlar el estado de conservación de las especies autóctonas que viven en el río como son el galápago europeo (Emys orbicularis) y el galápago leproso (Mauremys leprosa) y la retirada de la especie exótica invasora como es la tortuga de Florida o también llamada de orejas rojas o amarillas (Trachemys scripta) procedente del sudeste de Estados Unidos y noreste de México.

Revisando una de las trampas flotantes para comprobar si había entrado algún galápago.

Revisando una de las trampas flotantes para comprobar si había entrado algún galápago. / MEDITERRÁNEO

La campaña se realiza en lugares concretos del tramo bajo de la desembocadura como son las lagunas artificiales ubicadas aguas abajo de la depuradora de Almassora, y también en les Goles del Mijares. El objetivo prioritario de esta campaña es realizar un seguimiento exhaustivo de los ejemplares exóticos y erradicarlos del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Millars. La guardería rural del consorcio es la responsable de realizar el seguimiento de campo.

Los guardias cuentan con varias trampas para capturar los ejemplares. Se trata de dos tipos de artefactos distintos. Los primeros llamados mornells se sumergen en el agua e incorporan cebos ideados para que entren los reptiles y se queden atrapados. Estas trampas se revisan varias veces al día para evitar que las tortugas que hayan entrado puedan ahogarse. El segundo artefacto consiste en una trampa flotante ideada para que los reptiles que accedan a su plataforma móvil se queden atrapados en su interior.

Siete ejemplares

Por el momento, se han capturado siete ejemplares: dos galápagos leprosos, un galápago europeo y cuatro tortugas exóticas de Florida. Todas ellas fueron capturadas en las lagunas artificiales. La noticia negativa es que la guardería ha podido determinar mediante la observación ocular que las tres lagunas artificiales están invadidas por decenas de ejemplares de tortugas exóticas, algunas de grandes dimensiones. Es muy importante que la gente sepa que está prohibido liberar animales exóticos como las tortugas de Florida en los ecosistemas fluviales, en los embalses, en las zonas húmedas o en cualquier lugar de nuestra naturaleza.

Un guardia del paraje protegidos de la desembocadura Millars sujeta a una de las tortugas de Florida capturadas recientemente.

Un guardia del paraje protegidos de la desembocadura Millars sujeta a una de las tortugas de Florida capturadas recientemente. / MEDITERRÁNEO

El consorcio informa que si alguna persona quiere deshacerse de su tortuga exótica, puede llamar al 112 y un agente medioambiental o un técnico de la Conselleria de Medio Ambiente acudirá para llevársela. El Consorci del Millars colabora desde hace 12 años con la Conselleria de Medio Ambiente en el control y seguimiento de las poblaciones de tortugas endémicas presentes en el paraje protegido, así como en la erradicación de los ejemplares exóticos.

En el Catálogo Español de Especies Exóticas invasoras

La tortuga de Florida, según el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, es una de las 100 especies más perjudiciales que existen en España. Aunque su importación a la Unión Europea desde Estados Unidos está prohibida desde finales de 1997, durante décadas se han estado liberando cientos de ejemplares en el medio natural que han sido capaces de aclimatarse y reproducirse en libertad. Es por ello que las autoridades ambientales le otorgan el carácter de especie invasora.