El reventón térmico agrava desperfectos en varios edificios públicos de Burriana

El Ayuntamiento de Burriana denuncia la falta de mantenimiento de los edificios públicos de la ciudad durante los últimos años. «La mayoría de los inmuebles, que se encontraban con filtraciones y deficiencias antes del reventón térmico, han sufrido más daños tras el temporal y las fuertes precipitaciones», aseguran.

Respecto a las partidas presupuestarias destinadas al mantenimiento y reparación de los edificios, «se encontraban prácticamente vacías y las reparaciones pendientes por hacer», afirma el concejal de Patrimonio, Alejandro Clausell.

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«El anterior equipo de gobierno de PSPV y Compromís, para el mantenimiento de edificios culturales, de 87.967 euros tan solo dejaron en mayo 1.773 euros, de la partida para el mantenimiento de colegios públicos quedaban alrededor de 8.992 euros, de una aportación total de 79.052 euros, y el caso más flagrante, es la partida de Vía Pública, ya que de 160.000 euros no quedaban ni 500 euros para lo que quedaba de ejercicio», criticó. 

Edificios afectados

Son varias las infraestructuras que se detectaron en malas condiciones antes del temporal, y que con las lluvias torrenciales han empeorado su situación, entre los que se encuentran el Centro Municipal de las Artes Rafel Martí Viciana, el CMC La Mercè, el propio ayuntamiento, la Casa de la Cultura, el Teatro Payà, el Llar Fallero, el Museu de la Taronja, el Edificio de la Filarmónica, el Refugio antiaéreo, el recién inaugurado edificio de servicios sociales, los tres pabellones polideportivos, la grada del campo fútbol, el trinquet municipal y la mayoría de centros educativos públicos de la localidad. 

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Ante esta situación, desde el equipo de gobierno han pedido los informes técnicos para valorar la cuantía de recursos económicos para solucionar la falta de mantenimiento en los tejados de las anteriores legislaturas. «Cuando llegamos, nos encontramos todos los edificios municipales con goteras y en mal estado, evidenciando la dejadez durante años en tareas de mantenimiento y conservación del patrimonio público. Si sumamos el abandono, los tejados llenos de filtraciones, y un presupuesto vacío tenemos todos los ingredientes del cóctel de la herencia que nos han dejado», concluye.