LA CONTRACAMPAÑA

47 alcaldes de Castellón no tienen sueldo: no cobran nada por su función pública

Tres de ellos, los munícipes de Montanejos, Matet y Villores, cuentan su experiencia y su día a día

De izquierda a derecha, los alcaldes de Montanejos (Miguel Sandalinas), Matet (Rosa Guillermo) y Villores (Iván Guimerà).

De izquierda a derecha, los alcaldes de Montanejos (Miguel Sandalinas), Matet (Rosa Guillermo) y Villores (Iván Guimerà).

Al menos 47 alcaldes de la provincia de Castellón no cobran nada a pesar de invertir horas y horas de atención y dedicación para lograr sacar adelante sus municipios. Así se desprende del último informe salarial de puestos de la Administración, del Ministerio de Hacienda, que revela que más de un tercio de los 135 primeros ediles no tienen retribución.

Son al menos 47, porque hay nueve municipios que no aportaron al Gobierno sus datos para hacer esta estadística.

"Vale la pena, pero..."

Uno de los que trabaja sin sueldo es el alcalde de Montanejos, Miguel Sandalinas (PSPV-PSOE), quien reconoce que si lo hace es porque «vale la pena». Eso sí, tras ocho años en el cargo, admite que esta vez ha tenido muchas dudas a la hora de decidir si se presentaba a la reelección. «Da satisfacción trabajar para intentar mejorar la vida en tu pueblo. Si fuera solo por dinero, está claro que ninguno estaríamos aquí», apunta este abogado de 57 años.

Como el bufete en el que trabaja, Begur Legal, tiene cuatro sedes repartidas por España (Catarroja, Barcelona, Bilbao y Madrid), sus quehaceres jurídicos le obligan a desplazarse hasta allí con frecuencia, por lo que intenta concentrar toda la actividad presencial sobre la gestión de Montanejos un día a la semana (los miércoles), aunque lógicamente todas las jornadas tiene que realizar alguna gestión o trámite sobre el pueblo. «Si no aprendes a delegar, es imposible crecer», enfatiza.

Ante la dificultad para conciliar, él apuesta por «invertir minutos de calidad» con los suyos, puesto que el tiempo, por desgracia, es «limitado». 

"Entregarse por y para tu pueblo"

La alcaldesa de Matet, Rosa Guillermo (PP), coincide en que ser munícipe de un pueblo pequeño es una labor «muy altruista». «A veces no está pagado --y nunca mejor dicho-- el tener que aguantar ciertas cosas. Si lo haces por al amor al arte es porque valoras otros aspectos más importantes que un sueldo, ya que la carga emocional es muy importante, vives por y para tu pueblo», desgrana.

En su caso, al ser pensionista y no tener que compaginar la alcaldía con otro trabajo (sufrió un infarto en el 2008 y le dieron la incapacidad laboral permanente), se suele desplazar desde La Cañada (Paterna), donde vive, a Matet al menos un día a la semana y todos los gastos (gasolina, viajes...) los asume ella y corren de su cuenta.

"El apoyo de la gente no tiene precio"

Más cerca le pilla a Iván Guimerà (Viu Villores) su lugar de residencia (Morella) de la localidad en la que gobierna, Villores. A sus 28 años, este agente de desarrollo local trabaja de forma itinerante para la Mancomunitat dels Ports (en la oficina contra la despoblación), por lo que no dispone de tiempo para poder ir presencialmente a Villores, «algo que echo en falta y me gustaría hacer para ganar en eficiencia» en la gestión.

Se apoya mucho en su equipo, aunque todas las tardes (unas 15 horas a la semana) se conecta desde casa para firmar trámites o coordinar acciones. Dada la cantidad de tiempo que tienen que invertir, aunque lo haga gustosamente, sí es partidario de que alcaldes de municipios pequeños, en los que la figura del alcalde es tan importante, pudieran tener «un pequeño sueldo como dedicación parcial».

«En un pueblo así, si no hay nadie que tire del carro, está condenado. El apoyo de la gente no tiene precio», concluye.