REPORTAJE

La Romeria de les Canyes de Castelló, 649 años después

Castelló vuelve a peregrinar a la ermita de la Magdalena en una rogativa cuya primera referencia aparece, con motivo penitencial, en 1375 Solo la I Guerra Mundial, la Guerra Civil y la pandemia pudieron con ella  

El ‘préstec’ de la Romeria, David Barrios, porta la reliquia de Santa María Magdalena en el día grande.

El ‘préstec’ de la Romeria, David Barrios, porta la reliquia de Santa María Magdalena en el día grande. / GABRIEL UTIEL

Seiscientos cuarenta y nueve años después de la primera referencia, a través de un documento transcrito por el que también fuera el autor de los Gozos a la Virgen del Lledó, Lluís Revest, de una rogativa a la ermita de la Magdalena, Castelló volvió este domingo a hacerse romero.

Según recoge la Consueta de la Romeria a la Magdalena editada en 1991, corría el año 1375 cuando tuvo lugar una procesión penitencial propia de la religiosidad medieval y vinculada a las pestes que asolaban por aquel entonces las tierras castellonenses. Cuatro siglos después, en 1730, el notario Llorens de Clavell también deja constancia de la Romeria de la Magdalena, al igual que lo hizo el Padre Vela en 1750 y que, hasta 1793, se celebraba el tercer sábado de Cuaresma en la ciudad.

Suspensión y retrasos

Desde hace siglos, y principalmente desde que nació la nueva estructura de las fiestas de la Magdalena en 1945, los castellonenses han sido fieles a la Romeria, han hecho gala, como también lo hicieron este domingo, de ese orgull de genealogia para recordar sus més arrelades tradicions pairals. Solamente la I Guerra Mundial, la Guerra Civil y la pandemia impidieron a los hijos de Castelló participar en la Romeria que tuvo que ser suspendida por causas mayores.

El coronavirus puso veto a la Romeria en 2020 y 2021 y, en otra ocasión fue el compromiso electoral de unas elecciones generales el que retrasó la semana grande: el 14 de marzo de 2004, pese a que algunos castellonenses no se quisieron resistir a cumplir con la tradición el tercer domingo de la Cuaresma y ese día protagonizaron una Romeria oficiosa al cerro de la ermita de la Magdalena.

La ‘rata grossa’ es otro personaje emblemático de la Romeria.

La ‘rata grossa’ es otro personaje emblemático de la Romeria. / MEDITERRÁNEO

Protagonistas

Uno de los personajes más significativos de la Romeria es el préstec que portaba la reliquia de Santa María Magdalena llegada desde Roma en los años 50 y que presidió la comitiva durante toda la jornada. Próximo a este, y junto al sacristán, desfiló el niño que, con hábito de religioso dominicano, lleva el farol y cuya responsabilidad era, antaño, iluminar el camino. Hoy en día ese personaje que recibía el apodo de rata grossa por vestir de blanco y negro, similar a este roedor.

Símbolos

La Romeria a la ermita siempre ha sido un libro abierto de costumbres del pueblo de Castelló, entre las que destacan la recogida, a primera hora de la mañana de la caña que recuerda los bastones sobre los que, según la leyenda, se apoyaban los antiguos moradores del Castell Vell en su bajada al llano en una lluviosa noche. Desde el año 1952, acompaña a la caña la conocida cinta verde. El origen del rollo podría estar, según recoge la Consueta, en la caridad del pan «entregado a los pobres que acudían a esa procesión penitencial» del siglo XIV y, la gastronomía, tan habitual en el día de la Romeria, pasa, sin duda, por la figa albardà y la barretja que decenas de castellonenses degustan antes de salir hacia la blanca ermita el tercer domingo de Cuaresma como sucedió, también, este domingo. Sí, los hijos de Castelló, cumplieron.