Ataúdes Merche, de política y muerte

El grupo nació durante la pandemia y tiene un largo recorrido de actuaciones en directo

Los componentes del grupo Ataúdes Merche.

Los componentes del grupo Ataúdes Merche. / Eric Turpin

Laura Colmenero

Ataudes Merche es una formación que nació en la pandemia, aunque se empezó a gestar bastante antes. Está formada por Andrea Calvo, bajista; Dani Gil, baterista; Javi A. Coloma. guitarrista y Carlos Bonet, cantante.

En un primer momento, sus canciones se gestaban de los sonidos que salían de una guitarra, cuando ni siquiera tenían un nombre que les definiera o les diferenciara. Esos sonidos se mezclaban con la voz irregular de Bonet, que todavía no se molestaba en pronunciar palabras. «En las primeras canciones yo no escribía letras, cantaba de una forma que no se me iba a entender, así que me daba igual», confiesa Bonet, y se ríe al recordar que en los primeros intentos de hacer música con su voz no hacían falta palabras

Pero aquellos sonidos sin sentido se transformaron en letras introspectivas, cargadas de un realismo social que no deja de tener protesta. La política y la muerte también forman parte de un sonido que no parece cerrarse. Cada canción evoluciona. Habla por sí misma. «Se van haciendo combinaciones para que las canciones tengan una personalidad más propia». El guitarrista comenta que «salen de cachitos cortos», y añade: «me gusta pensar que es algo voy formando».

Calvo fue la última en entrar en el grupo. La relación entre ellos surgió como una casualidad ya planeada. Fue público en aquellos primeros conciertos de pandemia en los que tenía que estar sentada en sillas de plástico, condicionada por las distancias. Aquellos en los que no se podía mostrar más emoción que la de un leve meneo de cabeza o una melodía tarareada.

Por el momento, su música es efímera. Se gesta en los conciertos y prevalece en la memoria. El grupo no tiene un disco, una grabación, algo físico con lo que poder probar su existencia. «El disco es el menú, pero la comida se sirve en el directo», dicen, mientras intentan averiguar la forma de hacer esa grabación, para la que los recursos económicos son escasos. «Si nos quieren escuchar tienen que venir a nuestros conciertos», afirman, con el orgullo de saber que es su mejor carta de presentación. El grupo ha tocado el pasado domingo en L’Ovella Negra junto con Linea Maginot, la segunda formación de algunos de los miembros.