COMPETICIÓN CULINARIA

La mejor paella de esta Magdalena es de la colla Cabasset

El epicentro de la convivencia gastronómica congrega a 3.400 personas y 118 collas en el Segon Molí

El primer premio ha sido para la colla Cabasset

El primer premio ha sido para la colla Cabasset / Kmy Ros

Castellón respira Magdalena en cada rincón. El aroma característico de las paellas a leña ha inundado un año más la plaza del Segon Molí y sus inmediaciones. Un espacio convertido en epicentro de la fiesta gastronómica de la Magdalena, con el plato más característico de la terreta como emblema. De nuevo, la Colla el Rei Barbut, encargada de toda la organización del Concurso de Paellas, cuidó de cada detalle para que esta 33ª edición fuera todo un éxito. En colaboración con los patrocinadores, dispuso 350 kilos de arroz, 5.000 kilos de leña y delantales. 

La mejor paella en esta ocasión ha recaído en la cocinada por la colla Cabasset; el segundo puesto, para la colla Els Maneguetes; y el tercero, para la colla Llisa Fangera.

Homenaje póstumo a Eloy Badenes, alma máter de la organización

Las representantes festivas hicieron entrega de los galardones que los ganadores recibieron con gran orgullo. En el discurso de la Colla del Rei Barbut no podía faltar la mención póstuma a Eloy Badenes Gómez, socio fallecido justo esta semana de la Magdalena. Sus compañeros, muy afectados, le recuerdan como una persona muy participativa, «él era el cocinero oficial y en un día como este del certamen de paellas, ya estaba aquí bien temprano, a las 8.00 horas, para ayudar en los preparativos». La paella del Rei Barbut no entraba en concurso y la cocinó el chef Santiago Becerra, de Molimar. 

Más de un centenar de collas

Y es que, como recordó Pedro Chornet, delegado de la Colla del Rei Barbut encargado de coordinar este evento culinario, solo durante el impasse de la pandemia se detuvo, por causas de fuerza mayor, pero tras el parón obligado, resurgió con fuerza. «En la convocatoria de este 2024 el Concurso de Paellas ha reunido a 3.400 personas y 118 collas», concretó Chornet. Y es que esta cita festiva es mucho más que una competición. Es casi lo de menos. Es un momento para la hermandad, para disfrutar desde otro ángulo de la buena comida, en buena compañía.