A FONDO

Mutación demanial

José Martí

José Martí

La Diputación de Castellón es nuestra, es de todas y de todos, del conjunto de la ciudadanía de Castellón. Lo mismo ocurre con la Generalitat valenciana, que es de todas y todos, de las personas que vivimos en esta Comunitat. Y como el nuestro es un Estado descentralizado en el que cada institución tiene sus propias competencias, sucede que la gestión del aeropuerto de Castellón y de las actividades relacionadas con él son responsabilidad de la Generalitat valenciana. Es la razón por la que en el pleno de la Diputación de Castellón celebrado la pasada semana aprobamos la mutación demanial (cesión) a la Generalitat valenciana de los terrenos anexos al aeropuerto de Castellón. Fue con los votos favorables de los grupos que conforman el equipo de gobierno, PSPV-PSOE y Compromís, la abstención de Ciudadanos y el voto en contra del Partido Popular.

Tengo que decir que no hemos regalado nada a nadie, porque estamos hablando de unas parcelas que eran y siguen siendo públicas, de la ciudadanía, del pueblo, de todos nosotros; de una institución pública como la Diputación de Castellón o de otra institución pública como la Generalitat valenciana. De lo que se trata, por un lado, es de trabajar, como ya dijimos, en la colaboración institucional, una de las líneas centrales de nuestra estrategia de gobierno. Y por otra parte, de ser pragmáticos; si la gestión del aeropuerto es competencia del Consell, lo lógico es que seamos sensibles con su petición y mutemos la propiedad de los terrenos contiguos a la instalación aeroportuaria.

Nos mueve un noble interés: contribuir al desarrollo turístico de la provincia de Castellón y promover la creación de un polo industrial vinculado al mundo de la aeronáutica que permita generar nuevas actividades económicas en el entorno y crear puestos de trabajo, que en este caso, podrían beneficiar tanto a las poblaciones de la costa como del interior.

Nuestra obligación

Hemos hecho lo que teníamos que hacer, lo que corresponde, porque nuestra obligación es contribuir a crear las condiciones necesarias para que el aeropuerto experimente el máximo desarrollo posible.

Lo hemos hecho recurriendo al único instrumento posible según la opinión de nuestros técnicos: la mutación demanial de los terrenos, una figura legal que permite traspasar la titularidad de las parcelas a otra institución pública que tenga competencias en la materia. Al ser una mutación demanial los terrenos en cuestión no son un bien patrimonial. Por lo tanto, no se pueden embargar, ni vender, ni enajenar, de la misma manera que no se pueden vender una playa o una carretera.

Lo que nos ha movido en todo momento ha sido el deseo de ser útiles y de encontrar soluciones que redunden en el beneficio del conjunto de la ciudadanía. La mutación es con la Generalitat valenciana, la Generalitat de todos los valencianos y todas las valencianas, no ha sido con un ente extraño o una potencia extranjera.

Fuerte rechazo del PP

Desde el máximo respeto a la oposición y a su posicionamiento político, no entendemos ese fuerte rechazo a la medida del Partido Popular. Ellos mismos buscaron una solución parecida hace unos cuantos años, una solución que no fructificó por los informes negativos de los técnicos de la institución.

Hemos hecho lo correcto y tenemos plena confianza en la capacidad de la Generalitat valenciana para atraer e impulsar proyectos industriales de futuro como el que recientemente ha echado a andar en Sagunto con la gigafactoría de Volkswagen.

Por ello, a quienes desde la exageración partidista se afanan por ver peligrosos gigantes donde tan solo hay molinos de viento, les recomendaría que apostaran por el optimismo, porque como dijo Winston Churchill, «un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad, mientras un optimista ve la oportunidad en cada dificultad».

Presidente de la Diputación de Castellón

Suscríbete para seguir leyendo